La compañera Rosario Murillo al concluir el homenaje al compañero Bismarck Martínez manifestó que las fuerzas que sembraron el terror en el país y que privaron de la vida a éste héroe y a otros nicaragüenses, no contaban con la fuerza de la fe del pueblo.
“Ellos nos querían muertos a todos. Creyeron que enterraban la revolución, no contaban con la fuerza de la fe de nuestro pueblo que cree en Dios. La mayoría de esa gente que quiso enterrar a la Revolución y a los sandinistas y a las mujeres y hombres honestos, cristianos de nuestro país, no creen en Dios, no practican la fe y sus mandatos, porque el cristianismo nos manda a amarnos unos a otros, no a odiarnos ni a destruirnos, ni a secuestrarnos ni a torturarnos, mucho menos a desaparecernos”, manifestó.