En Nicaragua, el catolicismo para 1950 alcanzaba el 95.8%, así se mantuvo en esos niveles hasta el año 90, o sea, durante casi 40 años; el 90% o más de la población se declaraba católica.
Luego, a partir de los años 90, empezó a declinar y bajó al 70%, ya para el año 95; y se mantuvo en esos niveles durante todo la década de los 90 y el inicio de los años 2000.