Lea más: http://goo.gl/EqfivV
Un legado imperecedero de lucha, amor a la Revolución Sandinista y solidaridad con el prójimo, dejó el compañero Justo Román González, quien destacó en la Insurrección de Monimbó (1978), combatiendo con su máscara de cedazo y bombas de contacto en mano, en ofensiva contra la genocida Guardia Somocista.
Familiares, amigos y militantes históricos del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) lo velaron la noche de este viernes, en su casa de habitación en el popular barrio Monimbó de Masaya, donde falleció el 24 de junio, producto de una grave enfermedad.