A juicio de los expertos, la rama bovina constituye una de las actividades productivas de mayor dinamismo en la economía nicaragüense, al cerrar el año anterior con un alza superior a 71 puntos porcentuales en relación con 2006.
Sustentan el crecimiento la expansión de los mercados foráneos, las políticas estatales de fomento a los productores y el comportamiento de los precios en el mercado internacional, aseguran análisis del Ejecutivo.
Reportes gubernamentales precisan que el sector primario, compuesto por agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, representó en 2011 entre el 18 y el 19 por ciento del Producto Interno Bruto.
Actualmente, el 65 por ciento de la ganadería está en manos de pequeños y medianos productores, lo que contribuye de manera sensible a la reducción de la pobreza en el campo, señala el Ministerio Agropecuario y Forestal (Magfor).
Datos de Magfor estiman en más de 101 mil 280 el número de ganaderos a escala nacional, la mitad de ellos dedicados la actividad lechera de forma exclusiva, mientras el ocho por ciento produce carne y el 42 por ciento cubre ambos renglones, en territorios como la Región Autónoma del Atlántico Sur y los departamentos de Chontales, Matagalpa y Boaco.
Recientemente, la Organización Mundial de Sanidad Animal declaró a Nicaragua "con riesgo controlado" por la enfermedad conocida como el mal de las vacas locas (Encefalopatía Espongiforme Bovina).
De acuerdo con los especialistas, la certificación abre mayores posibilidades a la diversificación de los mercados y la captación de divisas.