El taekwondista nicaragüense Elián Ortega Velásquez, doble medallista de plata en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023, oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador, y número uno del mundo en el Ránking Oficial de la World Taekwondo en la modalidad de Poomsae, compartió en la Revista En Vivo parte de su historia y cómo se ha consolidado a nivel internacional.

"Creo que al final, lograr algo como ser el ránking número uno del mundo, en este caso en mi deporte en la modalidad de poomsae, es algo que uno no planea. Obviamente, hay toda una preparación y yo creo que lo más destacado de todo lo que yo he hecho es que simplemente he tratado de llegar lo más lejos posible que mi cuerpo me permite, haciendo algo que me gusta", dijo Elián Ortega, al ser preguntado por cómo se siente estar en el número uno del ránking en taekwondo poomsae.

Expresó que parte de su éxito es disfrutar siempre lo que hace, en este caso enfocado en esta disciplina como atleta de alto rendimiento, "lo primero que uno piensa, es ver hacia atrás y darse cuenta de todo el esfuerzo que yo he hecho, todo ese sacrificio ha valido la pena, ha sido para algo y simplemente estoy muy feliz y orgulloso de que Dios me ha permitido lograr lo que he logrado".

Elián Ortega relató que empezó en esta disciplina a los 10 años, y según sus palabras, es un poco tarde para iniciar en este arte marcial. Sin embargo, ha podido sobresalir y crecer vertiginosamente gracias a la disciplina, que ha sido una de sus principales características desde que era un infante.

Describió que la disciplina, "es lo más importante para ser excelente en cualquier ámbito de la vida, ya sea laboral, deportivo, cualquier relación de amistad, de noviazgo, lo que sea, la disciplina es clave y gracias a Dios he tenido muchísima disciplina a lo largo de mi vida, obviamente ha habido críticas, pero creo que lo más importante es que uno no puede ser normal, como dice mi profesor: ¿Cuántas personas normales llegan a tener un cinturón negro en un arte marcial? La respuesta es ninguna. Porque ninguna persona normal es capaz de hacer todo el esfuerzo que uno tiene que hacer para llegar a conseguir cualquiera de estos logros".

El atleta, de alto rendimiento, resaltó que una de las anécdotas que lo formó y lo representa ocurrió en el año 2017, cuando participó en los Juegos Panamericanos Juveniles y Cadetes, que se celebraron en Costa Rica, donde fue eliminado en el primer combate, a pesar de haber entrenado un promedio de 7 horas por día, durante meses.

"Llegué al primer combate, una semana antes de ese evento ya le había ganado a ese muchacho de Costa Rica (su oponente), yo dije que sería el combate más fácil y perdí 10-0 ese combate y se acabó. Tocó llorar un poquito, pero seguí motivado. Yo dije mañana compito poomsae, que es en lo que sigo compitiendo hoy en día, voy con todo, llego a la final y dije, esto es mínimo segundo lugar, yo ya me había visualizado, o sea, jamás había entrenado tanto en mi vida y perdí en todo", rememoró.

"Esa es una de las historias que más me gusta contar, porque en efecto, no es una victoria, no es una medalla, ni siquiera hay algo tangible de eso, pero es uno de los recuerdos que yo más valoro porque eso es verdaderamente el deporte, lo que es la disciplina, simplemente confiar en el proceso y todo lo que ocurrió después de esa anécdota trágica, que me gusta llamarle a mí, pero que verdaderamente fue la que me formó como atleta, todo eso se lo debo a la disciplina y después de eso vinieron gracias a Dios todos los logros que han venido", expresó.  

Elián se logró sobreponer de ese desliz deportivo y vinieron las victorias, en ese mismo año conquistó la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos Managua 2017 y quedó campeón centroamericano.

También, valoró la importancia de las artes marciales en el día a día, "porque además de formar deportistas, forman gente que aportan muchísimo a la sociedad".

Otra faceta de Elián Ortega, es como profesional, específicamente se desempeña como ingeniero en sistemas, desarrollando aplicaciones móviles.

"Soy programador, es muy gracioso porque el tiempo que no estoy de pie entrenando, estoy sentado frente a una computadora, es una contradicción bien interesante. Pero yo pude estudiar la carrera. Además, todos los viajes que me ha dado el taekwondo, todas las amistades que he hecho, toda la disciplina que me ha enseñado y que, hoy en día, yo la reflejo en el ámbito profesional, así como me gusta ganar en taekwondo y ser mejor que el Elián de ayer, soy exactamente igual en mis relaciones interpersonales y laborales", mencionó.

En cuanto a su futuro, Elián Ortega espera seguir disfrutando lo que hace y continuar entrenando, llegar donde el cuerpo y Dios lo permita. Uno de sus sueños es que el poomsae sea una disciplina que se practique en los Juegos Olímpicos. "Mi objetivo principal es que el día que yo decida retirarme haya 20 personas (nicaragüenses) mejores que yo", finalizó.

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