En un ambiente festivo y lleno de alegría, el Parque Infantil del barrio Nueva Nicaragua, ubicado en el Distrito V, se convirtió en el escenario ideal para una tarde recreativa organizada por la Promotoría Solidaria. Esta actividad se llevó a cabo como parte de la jornada conmemorativa del 91 aniversario del paso a la inmortalidad del General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino.
Los niños y niñas del barrio disfrutaron de una variedad de actividades diseñadas para fomentar la diversión y el esparcimiento. Entre las atracciones principales se encontraban pinta caritas, globoflexia, una emocionante piñata, un brinca brinca y juegos tradicionales que hicieron las delicias tanto de los pequeños como de sus padres.
Hanz Caldera, representante de Juventud Sandinista, destacó la importancia de estas actividades, subrayando que los jóvenes sandinistas están comprometidos a llevar alegría a los niños, considerando esto un derecho fundamental.
“Es una alegría muy inmensa para los niños estas actividades que pueden disfrutar ahora con el Comandante Daniel y la Compañera Rosario", expresó Caldera, enfatizando el papel del gobierno en la restitución de derechos a la niñez.
Jason Ocampo, un miembro activo de la Promotoría, también realizó declaraciones sobre el evento: “La Promotoría, junto con los territorios del Distrito, está unida para compartir con la comunidad”. Estas palabras reflejan el espíritu de colaboración que caracteriza esta organización, que busca siempre el bienestar de los más jóvenes.
Entre los asistentes se encontraba Jessica Martínez, una madre que acompañó a sus hijos. Con una sonrisa en el rostro, comentó sobre la importancia de este tipo de iniciativas: “Es algo muy bonito porque ellos se alegran, gracias a nuestro Gobierno. Es bueno recordar el legado del General e inculcarles a los niños para que ellos vayan conociendo, es algo que también se hace desde las escuelas”.
La tarde recreativa en homenaje a Augusto C. Sandino no solo fue una celebración de su legado, sino también un recordatorio del compromiso colectivo hacia el bienestar y la alegría de la niñez en el barrio Nueva Nicaragua. Las risas y sonrisas de los niños fueron el reflejo de un esfuerzo comunitario que sigue vivo y presente en la memoria de todos.
