El Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA), impartió a productores de Managua y sus municipios, la Conferencia Internacional sobre Prácticas de Bioseguridad para la Prevención y Manejo de Enfermedades en Musáceas.
El compañero Francisco Javier Fitoria Espinoza, investigador nacional de cultivo de musáceas, detalló que esta conferencia a cargo del doctor Gustavo Adolfo Rodríguez de Agrosavia, Colombia, se realiza a fin de que los productores pongan en práctica estas acciones preventivas.
“La marchitez por Fusarium en musáceas es un hongo que habita en el suelo y que no está presente en nuestro país, es una enfermedad que marchita a los plátanos, guineos y bananos”, detalló.
Compartió que el Gobierno Sandinista les ha encomendado ir creando estas acciones, para fortalecer las capacidades de los productores a que conozcan esta enfermedad y que vayan empoderándose de cómo deben manejarlo, contenerlo y evitar que entren al país y a las parcelas.
Resaltó que las prácticas de bioseguridad, están encaminadas en llevar un control y registro de las personas que ingresan a las unidades de producción y finca, el uso de desinfectantes en herramientas en el manejo de las enfermedades, mantener identificado las fincas, mantener cercado los cultivos o áreas, son actividades que pueden realizar nuestros productores.
En esta actividad, también estuvieron conectados, de manera virtual, productores de los diferentes departamentos y delegaciones del INTA.
La productora de Masaya, Yadira del Socorro, valoró de importante estás capacitaciones a fin de prevenir enfermedades.
“Hoy vamos a ir más fortalecidas, ya que vamos a adquirir nuevos conocimientos y sobre todo compartirlo con los otros agricultores. Es bueno que aprendamos de todo un poco y contrarrestar las enfermedades, agradeciendo a Dios y al Gobierno, por preocuparse por estas charlas a fin de ir mejorando”.
Las musaceas son plátanos, bananos, guineo, manzanito y un sinnúmero de cultivos, muy importantes, ya que generan divisas mediante la exportación. Además, generan fuentes de trabajo en las parcelas, ingreso a los productores y, sobre todo, son una parte fundamental en la dieta de los nicaragüenses.