Patricia Villegas llegó a Caracas en 2005, cuando Hugo Chávez encendió las cámaras de TeleSUR y anunció al continente que nacía un canal distinto, pensado para contar lo que los grandes medios callaban. Ella venía de Cali, Colombia, con la vocación definida y una maleta llena de horas en salas de redacciones regionales, radio universitaria y televisión. Desde el primer día estuvo ahí, al frente, leyendo noticias de un proyecto que todavía estaba en pañales y comenzaba a gatear, pero con una visión bien clara.

Patricia Villegas Marín es una periodista colombiana de formación sólida y entregada a la comunicación. Egresada de la Universidad del Valle, fortaleció su oficio con estudios y talleres especializados en radio digital y producción educativa. Antes de asumir responsabilidades mayores, ya había recorrido redacciones, cabinas y sets, cubriendo hechos duros de nuestra región y sentándose frente a grandes protagonistas del continente. Desde 2005 ha estado en TeleSUR, primero en tareas informativas y luego, con el tiempo, tomando el control del medio hasta convertirlo en una plataforma continental capaz de hablarle al mundo desde el Sur, con identidad y con el derecho que tienen los pueblos para expresarse.

Desde 2011, Patricia Villegas conduce TeleSUR con una mezcla de rigor, visión y compromiso político. El cargo de presidenta de esta multiplataforma se lo ha ganado a pulso, trabajando, viajando, entrevistando y enfrentando coberturas que requieren de espíritu y corazón. Bajo su dirección, el canal pasó de ser solo una señal informativa para convertirse en un proyecto multimedia con presencia global, respetado en espacios internacionales, invitado a foros académicos y escuchado en debates sobre comunicación, soberanía informativa y seguridad digital. 

Ha representado al medio en encuentros científicos y ha puesto sobre la mesa un mensaje contundente, "Los pueblos tienen derecho a contar su historia con su propia voz".

Villegas conoce los caminos de esa América profunda, la que casi nunca aparece en los titulares de los grandes medios. Su trabajo ha sido entrar a esos lugares que otros olvidan, escuchar a la gente sencilla y llevar sus historias al mundo. Desde aquella primera transmisión de TeleSUR, su acento colombiano, su estilo y su temple, se mantuvo intacto, igual que su compromiso con la verdad de la gente. Dos décadas después, sigue metida de lleno en el oficio, sin pausas y siempre con mucho ímpetu de mujer incansable, sin distracciones, enfocada en narrar lo que otros callan y en levantar las voces de quienes viven donde la dignidad se pelea todos los días como en Nicaragua, Venezuela y Cuba. Pueblos dignos, libres y soberanos.

A Patricia Villegas le ha tocado navegar en tiempos donde la guerra mediática ya no se esconde. Ha visto cómo los grandes consorcios levantan cortinas y repiten guiones dictados desde centros de poder que ni conocen nuestra tierra. Y ahí, en medio de esa tormenta desatada, ella ha sostenido una agenda propia en beneficio de los pueblos. Patricia no se amedrenta ante las amenazas, ni mucho menos ante los editoriales inquisidores de la derecha latinoamericana. TeleSUR, bajo su conducción, ha sido refugio para las voces silenciadas y un espacio para las verdades que otros intentan manosear con mentiras.

Cuando TeleSUR cumplió diez años, ocurrió un evento que quedó registrado en la historia. Fidel Castro, el líder que no acostumbraba a regalar elogios tan fácilmente, escribió para saludar al canal y destacar su labor. En esa carta, además de reconocer el papel de la señal que nació para romper el silencio impuesto por las grandes corporaciones mediáticas, felicitó directamente a Patricia Villegas por su conducción. Era el saludo de un gigante a una periodista que ha sabido sostener un proyecto que le habla al continente con dignidad y sin agachar la cabeza.

En este 2025, al cumplirse dos décadas de aquella apuesta nacida con el impulso de Chávez y Fidel, Patricia Villegas lo resumió así: "Este es un Canal hecho desde América Latina, por nosotros mismos, para el mundo. Desde el primer día supimos que teníamos que contar las historias de los pueblos, de los humildes, sin pedir permiso y sin bajar la cabeza. 

La lealtad al relato de los hechos es nuestra brújula, incluso cuando el ruido mediático intenta ensuciar la realidad. Cuando estás en vivo, cuando la imagen no está editada y la verdad se muestra tal cual, no hay maniobra que pueda torcerla. Telesur nació para mirar el mundo desde el Sur, con nuestra identidad, con nuestras luchas, con nuestra cultura, y eso exige convicción y trabajo sin descanso. 

A veces lo más fácil sería rendirse, pero aquí no se rinde nadie. Si algo hemos demostrado en estos 20 años es que nuestro compromiso es con los pueblos, con la verdad y con la historia que nos toca contar. Telesur sigue de pie y seguirá, porque este proyecto es necesario hoy más que nunca", concluyó Villegas.

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