A pocos días de iniciar el novenario a La Purísima Concepción de María, las familias nicaragüenses que la celebran, desde ya están en preparativos para la elaboración del altar y el brindis a repartir, principalmente el Día de La Gritería, cada 7 de diciembre.
Doña Juana Páramo desde los 17 años celebra la Purísima, una tradición heredada de sus abuelos, y este año cumple 71 años de realizarla.
La imagen que coloca al centro del altar tiene 150 años y es considerada una reliquia de la familia que ha venido de generación en generación.

“Cuando me casé, yo agarré la tradición y desde ahí ya vienen tres generaciones que vamos siguiendo lo que nos enseñaron nuestros abuelos”, dijo Páramo.
Esta celebración alimenta el espíritu de unidad familiar, con el apoyo presencial y aporte económico que le brindan a doña Juana para seguir con esta tradición de cantarle y rezarle a ‘la virgencita', como ella le llama.
Doña Juana dijo que estas fechas son de mucha alegría y de paz, “y le pedimos a ella que le dé salud al Comandante y a la Compañera Rosario, porque ellos celebran también a la Virgen”, indicó.
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Juliana Hernández es hija de Páramo y manifestó que la familia Hernández Páramo son marianos y junto al pueblo, con ese fervor que tiene, continuarán celebrando la Purísima.
“María nos trae y nos mantiene esa paz y siempre celebramos a María pidiéndole por los enfermos, que nos mantenga siempre en paz, que sea una Nicaragua siempre bendita y también pedimos por nuestros gobernantes”, afirmó Hernández.
Para hacer el altar utilizan flores de madroño, pascua, pastora y otros elementos y accesorios que lo embellecen para ubicar la imagen. La familia Páramo Hernández año con año varía su diseño, el cual nace de su propia inspiración y creatividad.

“Este año, aparte del arroz a la valenciana que se da, mi madre reparte unas carteritas que ya están listas, panas, picheles plásticos, todo lo que le pueda servir a la población en su hogar. Este año también vamos a elaborar alrededor de 800 nacatamales que mi madre hace para dar, los que se hacen en familia bajo la dirección de ella”, puntualizó.
En otro sector de Managua, Doña María Luisa Álvarez también celebra la Purísima en el barrio San Judas desde 1990 y expresó que ella siempre ha sido devota de la Virgen María junto con su familia, que siempre están todos involucrados en la celebración.
Hijos, nietos, bisnietos, sobrinos aportan su ‘granito de arena', ya sea económicamente o bien en la preparación del brindis.

Compartió que una de sus nietas es la encargada de hacer cada año los altares con apoyo de toda la familia, labor que empieza desde horas tempranas de la mañana, para darle forma con flores de madroño, pascua y mil flores.
Doña María Luisa manifestó que todos se han venido preparando para el día de la gritería, comprando las cosas del brindis, pues no solo se obesquia la comida sino también "cositas para los niños, porque no es solo comer (a) ellos les gusta que les den algo”, dijo doña María Luisa.
Este año repartirán nacatamales, indio viejo, tamales y muchos otros productos para niños y adultos.

Su hija María Luisa Rodríguez Álvarez mencionó que celebran a María porque es la Madre de Dios y porque lo que le piden de corazón y devoción, ella se los cumple.
“Mi mamá estuvo enferma, mi papá también, yo me estoy enfermando últimamente y ahí vamos pidiéndole (a la virgen) y aquí nos tiene de pie, y dándole gracias a ella y honrandola; nosotros la gritamos los 7 de diciembre y ya nos estamos preparando. La mayoría de la familia participa en elaborar los brindis que se da”, recalcó.
Señaló que es importante mantener esta tradición porque la virgen es la Madre de Dios y también de todos los nicaragüenses.

“En cada flor y color intentamos reflejar el amor, la solidaridad que debe haber entre todos nosotros los nicaragüenses, el apoyo que debemos tener todo… entonces le pedimos por la paz, porque todas las personas estén bien de salud”, refirió.
La Purísima en Nicaragua
La celebración de la Purísima Concepción de María en Nicaragua es una festividad que rinde homenaje a la Inmaculada Concepción, patrona del país, y se destaca como una de las fiestas nacionales más queridas. Este evento reúne a comunidades enteras en una manifestación de fe y cultura.
Festividades Principales
Las festividades se inician con la novena, que se lleva a cabo del 28 de noviembre al 6 de diciembre. Durante estos días, los nicaragüenses participan en oraciones y actos religiosos en honor a la Virgen.

El 7 de diciembre marca el clímax de las celebraciones con la tradicional "Gritería". En este día, las calles se llenan de alegría mientras los ciudadanos salen a gritar vivas a la Virgen, en un ambiente festivo lleno de música, luces y colores.
Finalmente, el 8 de diciembre se celebra el día oficial de la festividad, donde se realizan ceremonias religiosas y diversas actividades culturales que reflejan la devoción y el espíritu comunitario de los nicaragüenses.
Este conjunto de actividades no solo refuerza la fe religiosa, sino que también fortifica los lazos entre las comunidades, convirtiendo la celebración en una expresión significativa de identidad nacional.
El Gobierno de Reconciliación Nacional (GRUN), a través, de sus instituciones y organismos instala altares en honor a la Purísima Concepción de María en la Avenida de Bolívar a Chávez que son visitados por miles de nicaragüenses y turistas extranjeros, previo a la fiesta religiosa.













