Más allá de divertir y llevar alegría, el educar y mostrar la cultura en su mayor identidad y representación ha sido el principal logro del Ballet Folklórico Nicaragüense, que este sábado 20 de diciembre celebró su 56 aniversario con una presentación magistral llena de fiesta y tradición en la Sala Mayor de Teatro Nacional Rubén Darío.
El maestro Ronald Abúd Vivas destacó que esta es una fecha bien memorable, porque 56 años no se dicen tan fácil, ni se llega siempre en plenitud de éxito, además de celebrar y reconocer su aporte a la cultura y al acervo nacional a las nuevas generaciones.
“Desde hace 8 días se vendieron todos los boletos y eso confirma una vez más que el público aprecie la calidad de este espectáculo, que es hoy por hoy el más puesto en escena del teatro y el más taquillero de todos los tiempos; además de ser el Ballet Folklórico una escuela y un faro de orientación y ejemplo para todas las nuevas generaciones”.
Destacó la importancia del apoyo de la compañera Rosario Murillo y el Buen Gobierno para continuar creciendo.
“Es notable que estos espectáculos son el resultado del buen empuje que el Buen Gobierno le ha dado al arte y a la cultura, en especial a mí, al confiarme la formación de los maestros en la materia de Arte, Cultura, Tradición e Identidad”.
Recordó que en 1969, fecha en que inició el ballet, eran 10 varones y 12 mujeres; “luego iniciaron en Diriamba, después yo trasladé mi sede a la Escuela Normal de Jinotepe, ahí creció y ahora hasta hacemos casting y seleccionamos a los que quieren estar en el ballet”.
En este espectáculo se presentará un resumen de los trabajos del año con la participación de 34 parejas, iniciando con una pastorela de niñas, con otro baile infantil, dos polkas y mazurcas inéditas, la música y la coreografía.
“Este será un espectáculo magnífico de gran dimensión y que hace un recorrido por el tiempo y el espacio, por toda la historia y la geografía de Nicaragua con una duración de una hora 43 minutos”, dijo.
También mencionó que este espectáculo recrea e ilustra al público y además instruye a los jóvenes sobre qué traje le corresponde a cada región y a qué ropa le corresponde al baile.
El teatro lució abarrotado de familias, quienes reconocieron el trabajo y el aporte a la cultura del ballet folklórico, bajo la dirección magistral del maestro Ronald Abúd Vivas.
Mario Quintanilla Téllez fue parte del ballet folklórico y, al presenciar esta celebración del 56 aniversario, la vivio con mucha nostalgia y orgullo.
“Siempre es un tremendo artista destacado y yo puedo dar fe histórica, porque pertenecí al ballet folklórico en los inicios de la carrera profesional en la década del 78, fui miembro del Ballet Folklórico Nicaragüense de la Escuela Normal y para nosotros es un honor y privilegio ver cómo se destaca el arte, la danza y cómo se conservan los valores culturales”, expresó.
Al finalizar, valoró de excelente el apoyo del Buen Gobierno, lo que permite que los artistas puedan expresar su bagaje cultural, toda su manera de entender la cultura y mostrar las diferentes expresiones.
