El pueblo nicaragüense no sabe quedarse en sus casas. El nica trabaja, estudia y le encanta caminar por las calles con libertad.
Así lo demuestra pobladores de Nandasmo que desde muy temprano se levantaron a colaborar en la remoción de escombros que delimitaran su movilidad.
De igual forma, pobladores de La Paz, Carazo realizaban sus labores comerciales habituales. Mercados llenos, niños entrando y saliendo de los colegios y gente caminando por las calles dinamizando la economía del lugar.