El pasado 02 de febrero de este año 2025 conmemoramos el 99 Natalicio de nuestro querido y siempre recordado Cardenal Miguel Obando y Bravo; esta fecha nos trajo de nuevo a la mente aquel domingo 03 de junio del año 2018 a las 3 y 38 de la madrugada, cuando trascendió a otro plano de vida el Prócer de la Paz y la Reconciliación.
Con el Cardenal Miguel, me unía una sincera e incondicional amistad de muchos años, la cual me dejó muchas anécdotas. Una de ellas fue cuando trabajé en Canal 12 de Televisión. En la mañana conducía un programa de entrevistas y luego me tocaba ir a la calle para realizar cobertura periodística. La Conferencia Episcopal, en su mayoría, a excepción de monseñor Bosco Vivas, q.e.p.d., llamaban a la "Familia Valle" dueños del canal, y de la petición pasaban a la exigencia de que este medio televisivo aplicara una "censura" al cardenal y solo debía entrevistar a Leopoldo Brenes, Silvio Báez, Rolando Alvarez, Abelardo Mata y Miguel Mántica.
Todos ellos se quejaban de que el Cardenal Obando supuestamente les hacía sombra y que no había que entrevistarlo porque Obando y Bravo estaban apoyando al Gobierno Sandinista. Eso hacía que en todas las (Ediciones de Noticias 12) los obispos y Leopoldo Brenes, nombrado Cardenal en 2014, fueran los que aparecían atacando al Gobierno, hablando del clima, opinando de farándula, analizando los precios de la canasta básica; en fin, ellos eran los "sabelotodo" y la idea era proyectarse a como diera lugar.
A mí, me llamaron a la sala de prensa y los Valles me orientaron que debía entrevistar solo al Cardenal Brenes y a sus obispos; yo me opuse y dejé claro que seguiría entrevistando al Cardenal Obando, reiterando que no entrevistaría a los otros aunque eso signifique que me corrieran. Como en todo trabajo hay esquiroles y mercenarios y en el 12 estaba el periodista Arturo Mcfields, el mismo que años después traicionó al sandinismo y se vendió a los gringos. Mcfields se ofreció a ser el Periodista que "lamería la sotana de la Conferencia Episcopal" y fue así que se convirtió en el vocero servil que les servía en "bandeja de plata" el micrófono con la cámara para que el Cardenal Brenes y sus obispos se despacharan hermoso, atacando a diestra y siniestra la buena labor del Gobierno sandinista.
Años después, en 2018, esos "sotanudos se convirtieron en golpista". Pero mientras, en ese entonces, hicieron el triste papel de "partido de oposición al Gobierno, desde ese medio de comunicación".
El Cardenal Miguel Obando continuó dándome entrevistas desde la UNICA y destacando los programas sociales, el progreso y desarrollo que llevaba Nicaragua. Así mismo decía que la Compañera Rosario y el Comandante Daniel, eran buenos gobernantes, que además los admiraba por tener un trato preferencial por los pobres.
Toda la Conferencia Episcopal seguía presionando a la familia Valle, dueños del Canal 12, para que me corrieran porque yo mantenía mi apoyo al Gobierno y continuaba entrevistando al Cardenal que, según ellos (Brenes y los obispos), ya no es importante porque solo era un "Cardenal Emérito" y ya no seguía siendo arzobispo de Managua.
Otra vez fui llamado a la dirección del Canal 12 y los dueños me dijeron que "la iglesia" (Brenes y Compañía) estaba preocupada porque mucho protagonismo le daba al "Cardenal Sandinista" y que dejara de entrevisitarlo porque las autoridades de la iglesia católica ahora eran Brenes y sus obispos. Una vez más dije no estar de acuerdo y di la vuelta.
Luego me reuní con el Cardenal en su despacho de la UNICA, le conté todo y él me dijo que ya lo sabía, refiriéndose al Cardenal Brenes y a los obispos Mata, Báez y Álvarez. Me manifestó que sabía que estaba "rodeado de leones"; acto seguido me dio un abrazo, me agradeció, me brindó su bendición y me pidió que no me expusiera a que me siguieran llamando la atención en el Canal 12, en ese entonces de clara tendencia opositora.
Salí de ahí, le comuniqué a mi familia lo que estaba pasando y decidí de forma irrevocable renunciar al Canal 12. En ese tiempo ya era el 2016; solo me fui con mi carrito viejo que con mi propio esfuerzo y mi salario me había comprado. Debo de ser sincero y dejar claro que en el 12 me pagaron todas mis prestaciones sociales y que no me robaron como en 100% Noticias donde su dueño ladrón, hoy "golpista" y prófugo de la justicia nicaragüense y ahora autoexiliado en el imperio yanqui, no me pagó mis prestaciones por haber trabajado 6 años y de donde también renuncié.
Para luego aceptar la propuesta laboral del Canal 12 en el que trabajé por 13 años, de 100% Noticias renuncié irrevocablemente por no estar de acuerdo con su "Línea Editorial", que a pesar de que su dueño se decía "sandinista" estaba comenzando a atacar al Gobierno de la compañera Rosario y el comandante Daniel y yo no me iba a prestar a eso. De ambos medios me fui sin riquezas materiales ni económicas, pero algo que sí me llevé y protegí con valentíafue mi dignidad y mi convicción, y no me arrepiento.
Cuento esta anécdota para demostrar que el Cardenal Obando y yo mantuvimos una amistad inquebrantable. De hecho, unos meses antes de fallecer, el Cardenal celebró con nosotros y de forma privada, en la capilla de la UNICA, el "Sacramento del Bautismo", para mi adorada hija Brisa Stalin, por lo que le estaré eternamente agradecido.
Ahora vayamos a los últimos días de vida de su eminencia. Él, desde su lecho de enfermo, rodeado de sus seres queridos, a los cuales conozco a todos, se mantenía al tanto de la situación del país. El Cardenal Obando, que era admirador y promotor de la juventud, estaba muy preocupado por la forma en cómo la derecha extrema de nuestro país, los estaba manipulando y a su vez financiando con recursos del imperialismo yanqui, por lo que estos enfilaron sus ataques al Gobierno.
El Cardenal Miguel Obando le decía a sus familiares que estaba en desacuerdo con el intento de golpe de Estado, que reconocía que el Gobierno Sandinista es legítimo y que oraba por Nicaragua, pero que además estaba a favor de la paz y no de la violencia en referencia a los tranques y los crímenes que perpetraba la oposición en esos tres meses del golpismo.
Para quienes preguntan de qué murió el Cardenal Miguel Obando y Bravo, tienen que saber que falleció de muerte natural, por su edad a los 92 años; no sufrió, no tuvo dolores, se fue lúcido y en paz con su conciencia y con Dios. Para mí, el Cardenal Obando es un Santo y no necesita que un papa y un protocolo vaticano de la iglesia verifiquen si hizo o no algún "milagro", Obando y Bravo promovieron la paz y la reconciliación y estuvieron hasta sus últimas horas de vida, en el lado correcto de la historia..