En el día central de las fiestas tradicionales de Managua, en honor a Santo Domingo de Guzmán, las familias acompañaron a su figura durante el recorrido por los barrios orientales de la capital.
Unos con el cuerpo cubierto con aceite negro, caracterizados como caciques, vistiendo huipiles, repartiendo bebida o alimentos o simplemente bailando por las calles, pero todos vivieron la fiesta con devoción y alegría.
Marlon Carranza, cargador tradicionalista, expresó la fe y alegría que sienten de poder acompañar a su santo patrono, en este momento, principal día de las fiestas.
"El cargador solamente va custodiando la peana y cargando al Santo. Hoy este día está desbordado y todo su trayecto prácticamente es cargado en manos del pueblo de Managua y en manos del pueblo que nos visita de otras partes", afirmó.
Juan de Jesús Dávila dijo estar emocionado de poder continuar con el legado que dejó su padre.
"Esta es una promesa de mi papá y de mi mamá que tanto la pagaban. Me llevaban desde la edad de 8 años. Y yo este es mi segundo año que vengo pagando la promesa en nombre de mi papá", mencionó, bailando y mostrando su cuerpo pintado en negro.
Cargando a su hija en hombros, Erlinda Membreño dijo estar presente en las fiestas desde el primero de agosto.
"Aquí lo venimos a sacar hasta Las Sierritas. Pago promesa. Después de que lo meto, pago mi promesa de rodillas", afirmó.
El tradicionalista histórico José Alarcón "Chepe Largo" comentó que su misión es 'servirle al pueblo'.
“Llevando a Santo Domingo, a dejarle todas esas bendiciones que Santo Domingo nos da. Porque Santo Domingo es el patrón de Managua, porque las fiestas las hacen los managuas, no las hace nadie más. Porque ese fervor que sienten por Santo Domingo es fabuloso, es increíble”, comentó.
La jornada inició muy temprano por la mañana y durante su recorrido se fueron sumando más y más personas, niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, que celebraron con algarabía esta fiesta que es parte de la identidad nacional.