A 80 años del ataque genocida con bombas atómicas a las poblaciones de Hiroshima y Nagasaki, en Japón, la Asamblea Nacional de Nicaragua hizo una mención especial para honrar la memoria de las víctimas.
La diputada Patricia Sánchez Urbina, recordó que la bomba detonada sobre Hiroshima tuvo una potencia equivalente a 15 mil toneladas de TNT, que arrasó e incendió alrededor del 70% de edificios y causó unas 140 mil muertes.
“Estados Unidos, en un acto de cobardía, amenazó con más atentados si Japón no se rendía. Tres días después Estados Unidos cumple su amenaza, lanza una segunda bomba sobre la ciudad de Nagasaki. Esta bomba, ligeramente más grande explotó sobre una extensión territorial de 6.7 kilómetros cuadrados de la ciudad, matando a 74 mil personas”, expuso.
— Asamblea Nacional Nicaragua (@AsambleaNi) August 6, 2025
Apuntó que la mayoría de residentes en ambas ciudades eran civiles. “Eran mujeres y niños que habitaban en esa ciudad”.
Precisó que cada año se recuerdan a las miles de víctimas, “sin embargo, no debemos olvidar a los sobrevivientes que sufrieron radiaciones provocándoles cáncer de pulmón, cáncer de tiroides, leucemia y enfermedades crónicas, provocando la muerte a miles de ellos”.
Añadió que “debemos recordar que el imperialismo yanqui ha sido el único que ha realizado bombardeos nucleares en la historia de la humanidad. Por el uso de un arma tan destructiva que provocó la pérdida de miles de vidas de civiles. Yo lo resumo como un ataque cobarde e inmoral”.
Afirmó que el uso de estas armas de destrucción masiva invita a la unidad de los pueblos, “para condenar este tipo de acciones inaceptables, para que no sean usadas con el objetivo de intimidar, amenazar y forzar a los pueblos del mundo. El imperialismo norteamericano debe de ser condenado por el uso innecesario de la fuerza, por el sufrimiento humano masivo, por la falta de advertencia a la población civil. Por la falta de distinción entre objetivos militares y civiles y por el vil ataque inmoral”.
Consideró que la energía nuclear debe ser usada con fines pacíficos en campos como la medicina o la generación de energía limpia.
“Nuestro país comprometido con la paz ha firmado y ratificado el tratado sobre la prohibición de las armas nucleares, adoptado por las Naciones Unidas en el año 2017”, relató.