La Octava Jornada de Lucha Anti Epidémica se llevó a cabo en el Distrito IV de Managua, donde brigadistas del Ministerio de Salud visitaron más de 1 mil 400 viviendas del barrio Miguel Larreynaga, con el objetivo de reducir la población de zancudos que provocan el dengue, zika y chikungunya.
En cada vivienda visitada se realizaron las tres acciones principales, como destruir criaderos de zancudos, fumigar para eliminar el vector adulto, abatizar pilas y barriles para destruir las larvas o huevecillos.
El doctor Byron Saldaña del Centro de Salud Francisco Buitrago llamó a la población a practicar la medicina preventiva, esa que permite construir comunidades sanas y con bienestar y que se promueve con acciones tan sencillas como limpiar las casas, los parques y los espacios compartidos.
“Estamos dando continuidad a la Octava Jornada de Aplicación de Lucha Anti Epidémica integral, que es abatización, destrucción de criaderos y fumigación. Estamos aquí en el barrio Larreynaga, que es uno de los 39 barrios que, como Centro de Salud Francisco Buitrago, atendemos. Es importante decir que estas actividades son primordiales para combatir al vector que nos transmite el dengue, zika y chikungunya; primordial el acompañamiento de la familia y el trabajo de nuestros brigadistas”, dijo Saldaña.
En esta visita al barrio Larreynaga se atendieron viviendas, escuelas, parques, talleres de mecánica, las iglesias evangélicas, los lotes baldíos y centros de salud comunitarios; en cada lugar se explicaron las maneras de combatir y destruir los zancudos.
“Estas visitas de los brigadistas son una de las cosas buenas que hace el Ministerio de Salud para prevenir las enfermedades; es una cosa triste ir a parar un hospital con un dengue. Aquí en este taller tenemos bombas para fumigar y además las brigadas están pasando frecuentemente y eso es muy bueno”, señaló don Daniel Wilford, propietario de un taller de mecánica.
En la charla preventiva se recomienda a las familias cepillar las paredes de pilas y barriles cada 3 o 5 días, cambiar el agua de los floreros, así como de los baldes que deben permanecer tapados para evitar que la mosquita deposite sus huevos.
El ciclo de reproducción del mosquito es de pocos días, por eso es necesario mantener las acciones preventivas de forma permanente.