La flor o rosa de jamaica se ha convertido en un cultivo de gran valor en Nicaragua. Gracias a su creciente demanda en el mercado nacional y su versatilidad de uso, ha representado una oportunidad de empleo para las familias del campo y la ciudad. Esta planta, conocida por su vibrante color rojo y sabor ligeramente ácido, ha trascendido su tradicional uso en bebidas para posicionarse como un recurso multifuncional en los ámbitos medicinal, culinario y comercial.
A través del sistema de monitoreo que realiza el Ministerio Agropecuario (MAG), se han acopiado 7,000 libras de Flor de Jamaica en el Departamento de Granada para la elaboración de productos como vinos, jugos, flor deshidratada, entre otros productos.