Durante los trabajos de construcción de un moderno museo en el sector de Acahualinca, la Alcaldía de Managua ha descubierto nuevas huellas humanas que datan de hace miles de años, enriqueciendo aún más el patrimonio histórico de la capital.
El hallazgo fue anunciado este jueves por María Teresa Obregón Téllez, coordinadora de programas culturales de la Alcaldía, durante un coloquio organizado en conjunto con la Universidad American College y la Academia Nacional de Historia y Geografía de Nicaragua.
Obregón explicó que el nuevo museo permitirá a los visitantes conocer con mayor detalle cómo eran los pies de nuestros antepasados hace más de 6,000 años. “Hemos encontrado más huellas, y desde el área de Patrimonio y Cultura estamos trabajando en la construcción de este museo, que contará con tecnología de punta y estará abierto a estudiantes de primaria, secundaria, universidad y turistas”, señaló.
Las huellas de Acahualinca, agregó, representan una memoria viva de nuestros ancestros: “Son testimonio ferviente y fehaciente de la vida humana que los nicaragüenses tenemos el privilegio de conservar”.
Durante el encuentro, el doctor Eduardo Arellano, secretario de la Academia de Historia y Geografía, compartió con los universitarios detalles sobre los fenómenos arqueológicos encontrados en la zona noroccidental de Managua. También abordó la historia de las malezas costeras del lago Xolotlán y los nombres indígenas documentados por investigadores en 1944, quienes incluso estudiaron criaderos de lagartos en el área.
Arellano recordó que las huellas fueron descubiertas accidentalmente en 1874, mientras se buscaban piedras canteras. Un especialista estadounidense las examinó y estimó que podrían tener hasta 50,000 años de antigüedad. En 1961, surgió una polémica sobre la datación de las piedras y huellas, cuyos resultados aún no han sido reproducidos. Sin embargo, investigaciones realizadas entre 1940 y 1942 por arqueólogos norteamericanos, y documentadas por el científico nicaragüense Jaime Incer Barquero, concluyeron que las huellas no corresponden a personas huyendo, ya que los pasos eran cortos y no mostraban señales de prisa.
“La creencia popular sostiene que huían de una erupción volcánica, pero no hay evidencia de ello. De hecho, se han encontrado huellas en todas las direcciones, no solo hacia un volcán”, explicó Arellano.
Tras las excavaciones del especialista Richardson, la fundación estadounidense que patrocinó la investigación adquirió terrenos circundantes. En 1944, el entonces ministro de Fomento, Antonio Flores Vega, construyó una vivienda para el cuidador y realizó mejoras en el sitio.
Durante su exposición titulada Acahualinca: Mito Fundacional de Nicaragua, Arellano calificó las huellas como “un mito simbólico” de la identidad nacional.
Por su parte, Edgard Espinoza, arqueólogo de la Dirección de Patrimonio Histórico de la Alcaldía, destacó que estos encuentros académicos son valiosas oportunidades para que las nuevas generaciones conozcan el patrimonio histórico de Managua.
Wilfredo Navarro Moreira, presidente de la Academia, agradeció el apoyo logístico de la Universidad American College y la Alcaldía de Managua para la realización del evento. “Nos hemos unido para impulsar un tema de enorme relevancia para Nicaragua y el mundo. Nuestro gobierno está comprometido con el conocimiento de nuestra historia y cultura, promoviendo el legado de más de 6,000 años que fortalece nuestra identidad”, concluyó.