En un ambiente lleno de fe, devoción y tradición, centenares de capitalinos y promesantes participaron este domingo en el regreso de la imagen de Santo Domingo de Abajo a su templo, la parroquia San Andrés de la Palanca, ubicada en Ciudad Sandino.
Esta tradición religiosa se remonta al año 1918, cuando doña Estebana López inició la celebración en el barrio San Sebastián. Con el tiempo, la imagen fue donada a la Iglesia de Cristo El Rosario bajo el compromiso de continuar con la festividad.
Desde entonces, cada 7 de agosto se realiza la tradicional “traída” de la imagen hacia ese templo, donde permanece durante 10 días antes de ser retornada a su parroquia de origen.
Durante el recorrido de retorno, los fieles le bailan con alegría y respeto, acompañados por el sonido de los filarmónicos y las explosiones de pólvora que marcan la solemnidad y el júbilo de la ocasión.
Edgar Obando, Presidente del Comité de Fiestas de Santo Domingo de Abajo, expresó que tiene 52 años de mantener viva esta tradición al ser nombrado Mayordomo y de haber construido la capilla con ayuda de los devotos.
“De ahí he venido luchando y luchando para que esta fiesta se levantara. El Santo es del pueblo nadie es dueño de él, sino que todos somos devotos y tenemos que celebrarlo con fervor y amor”, afirmó.
La Reina de las Fiestas de Santo Domingo de Abajo, Candy Porras, manifestó que siempre dan continuidad a la tradición y cultura acompañando a Santo Domingo de Abajo con orgullo y corazón.
“Son 52 años que llevamos ya con esta hermosa y célebre procesión”, indicó.
Una de las promesantes que le bailaba a la imagen con una réplica sobre su cabeza fue Katherin Bustamente, del barrio Santa Ana Norte, quien manifestó que tiene 16 años de cumplir una promesa al santo acompañándole ida y vuelta.
“La promesa es porque él me curó del corazón. Yo tenía una válvula fuera del lugar, pero yo le dije que le iba a pagar una promesa con una imagen de él, bailándole, si me sanaba”, compartió.