En Nicaragua la igualdad tiene cara de mujer y se siente en los barrios, en los ministerios, en los pueblos y en cada espacio donde las decisiones nacen del trabajo y del compromiso, donde las mujeres participan, crean, dirigen e inspiran con una fuerza que ya forma parte del carácter nacional, logrando avances que colocan al país entre los primeros del mundo en equidad de género gracias al rumbo decidido que impulsa el buen Gobierno Sandinista y al liderazgo sublime y con carácter de nuestra Compañera Rosario Murillo.
El protagonismo de la mujer en Nicaragua es fruto de una historia asumida con trabajo, dignidad y compromiso. Desde la primera etapa de la Revolución Popular Sandinista, las mujeres se abrieron paso en todos los espacios de decisión y construyeron una presencia sólida en la vida política, social y económica del país.
Hoy participan en la toma de decisiones, administran instituciones, dirigen proyectos y son parte activa de cada transformación que impulsa el pueblo organizado, un ejemplo de ello es la Copresidencia que ejerce la Compañera Rosario Murillo, un hito en la historia de la región y del mundo. Estamos en una sociedad donde durante siglos el poder estuvo en manos de los hombres, su liderazgo refleja un avance histórico y un reconocimiento merecido a su inteligencia, entrega y valentía. Ella representa la fuerza, la sensibilidad y la visión de las mujeres nicaragüenses, y su presencia en la conducción del país honra a todas las que luchan por un mundo más justo. Su ascenso a la Copresidencia es fruto de su propio mérito, de años de trabajo y de entrega.
Los avances alcanzados en Nicaragua son el resultado de una voluntad sostenida, de una ruta trazada con dirección y compromiso. Nada ha sido producto del azar. Detrás de cada paso hay planificación, visión y una política de Estado que ha puesto la equidad de género como prioridad nacional. Desde el Poder Ejecutivo hasta las alcaldías, la participación femenina dejó de ser aspiración para convertirse en realidad. Las mujeres dirigen el Gobierno, los ministerios, administran las instituciones, conducen proyectos y sostienen con su talento la transformación cotidiana del país.
Nicaragua es hoy reconocida en el mundo por su modelo de participación y liderazgo femenino. Los informes del Foro Económico Mundial sitúan al país entre los cinco primeros del planeta en equidad de género, y en el primer lugar de América Latina. Según la Asamblea Nacional, Nicaragua ocupa el primer puesto mundial con mujeres al frente de ministerios, el tercer lugar en número de diputadas y el quinto en igualdad general.
La Gaceta destaca además que es el único país del continente que figura de manera constante en el top 10 global. Estos resultados reflejan una política sostenida del Buen Gobierno Sandinista, que ha hecho de la justicia de género una realidad palpable en cada institución y comunidad.
La igualdad en Nicaragua tiene sustento legal, institucional y político, respaldado por un conjunto de leyes y programas que promueve la Compañera Rosario Murillo y que vienen a garantizar oportunidades reales para las mujeres. La Ley 648 de Igualdad de Derechos y Oportunidades, aprobada por la Asamblea Nacional a propuesta del Ejecutivo, estableció el principio del 50 y 50 en los cargos de elección popular. A partir de esa decisión, las mujeres comenzaron a ocupar espacios que antes eran negados o simbólicos.
El país también cuenta con normas que protegen a la mujer frente a la violencia y con más de cuatrocientas Comisarías de la Mujer en todo el territorio, un avance único en Centroamérica. Programas como Usura Cero, Hambre Cero y el modelo de economía creativa han permitido que miles de mujeres sean dueñas de sus propios proyectos productivos, generen empleo, fortalezcan la economía familiar y participen con independencia en el desarrollo nacional.
En la Cumbre Global de Mujeres celebrada en Beijing, la Compañera Camila Ortega Murillo, Directora de la Secretaría de Economía Creativa, representó a Nicaragua ante delegaciones de todo el mundo con un mensaje sobre el papel de la mujer en la Revolución Popular Sandinista. "En Nicaragua, un principio de nuestra Revolución Popular Sandinista es que sin la participación de la mujer no hay Revolución.
Nuestro protagonismo se refleja en cada programa que impulsa nuestro desarrollo, en la salud y educación gratuita, sin exclusiones; en los proyectos económicos que impactan positivamente la vida de centenares de miles de mujeres, especialmente en las zonas rurales, logrando nuestro empoderamiento y nuestra autonomía”, expresó.
Resaltó además los avances logrados bajo el liderazgo de los Co-Presidentes, Compañera Rosario Murillo y Comandante Daniel Ortega, destacando que “nuestro país ha promulgado leyes cruciales para combatir la violencia contra las mujeres, y la Ley 648 garantiza que las mujeres ocupemos cargos de alta responsabilidad, representando el 56% del gabinete de Gobierno y más del 57% de los puestos de elección popular”.
En su intervención, Camila también condenó “las ilegales e inhumanas medidas coercitivas unilaterales que afectan de manera desproporcionada a mujeres y niñas en los países en desarrollo”, y llamó a “renovar compromisos y acelerar la acción global” para cerrar las brechas que aún persisten, concluyó.
Ese mensaje reflejó la visión del Gobierno Sandinista sobre el papel de la mujer y su contribución al desarrollo del país. La política de igualdad que impulsa el buen Gobierno Sandinista no se limita a los espacios institucionales. Se vive en los barrios, en los emprendimientos, en los proyectos comunitarios y en cada programa de la economía creativa que impulsa nuevas oportunidades para las familias. Las mujeres son protagonistas del desarrollo local, crean empleo, impulsan cooperativas, transforman la educación y garantizan la paz en sus comunidades.
Cada logro alcanzado por las mujeres nicaragüenses es una victoria de la Revolución Popular Sandinista. Gracias a su participación activa, el país avanza con estabilidad, inclusión y sentido humano. La Compañera Rosario Murillo ha convertido la equidad en eje transversal del modelo de Gobierno, y su liderazgo inspira a miles de mujeres que hoy ocupan espacios de poder, crean, educan y deciden el rumbo de Nicaragua.
Nicaragua avanza con la fuerza de sus mujeres, guiadas por una Revolución que confía en ellas y las reconoce como columna vertebral del progreso. En cada logro social, en cada política pública, en cada paso hacia la justicia, está el trabajo, la sensibilidad y la visión de las mujeres que han dignificado al país ante el mundo. Bajo la igualdad y conducción de la Compañera Rosario, el pueblo continúa edificando un país más justo, solidario y en paz.