Los problemas, las crisis, los obstáculos, pueden surgir, se pueden crear o los podemos encontrar en el camino porque la vida es así para la mayoría de la humanidad pues son pocos los privilegiados que naciendo en cuna de oro jamás supieron lo que es pasar una necesidad y por lo mismo que tengan una idea, aunque sea mínima, por saber lo que cuesta alguna cosa porque tienen tanto que solo deciden adquirirlo y ya.

Por ese tipo de personas, faltos de sensibilidad humana, el mundo llora la concentración de la riqueza en manos de unos pocos que tienen todo lo material que se les ocurra, pero sin lograr la felicidad porque nunca les costó nada, porque jamás experimentaron luchar por algo que sintieran la satisfacción de pelear con el alma, algo que no representara la compra o de ser capaz de medir el esfuerzo por una victoria tejida con el corazón.

Cuando las circunstancias adversas llegan, por supuesto sin avisar, la incertidumbre embarga a cualquiera y nosotros los nicaragüenses tenemos mucho que decir sobre eso porque nuestra historia está cargada de episodios ensangrentados, unos más grandes que otros, que nos han tirado al piso, pero al final siempre logramos levantarnos, ponernos de pie y con la frente en alto siempre hemos vencido.

De esa realidad, de esos obstáculos en la vida nacional, siempre hemos podido tomar lecciones y de la misma forma retomar el camino corrigiendo lo que estuvo mal y replanteando la ruta hacia el mañana y nosotros que venimos de una crisis, que nos fue creada desde afuera, sabemos perfectamente bien lo que tenemos que hacer para no dejarnos vencer y eso implica que tenemos nuevas oportunidades para crear las condiciones que desarrollen un país con mejores escenarios que los que teníamos antes del 2018 cuando los ricos, los que siempre tienen sus capitales fuera, los que no tienen nada que perder, los que no tienen idea del valor de las cosas, nos hicieron lo que nos hicieron a nombre de la libertad.

Soy un devorador de historias y artículos que tienen que ver con las reflexiones que la vida misma nos pone todos los días en el camino y me encontré con unos axiomas para compartir con ustedes, que son grandes verdades y que debemos hacer propios no para llorar por la leche derramada sino para ir al encuentro de nuestras nuevas victorias.

Un gran filósofo comentó una vez que el único obstáculo que tiene el águila para volar con mucha mayor velocidad y más fácilmente, es el aire; pero si suprimiera el aire caería instantáneamente a tierra, sin poder volar en absoluto. El mismo elemento que ofrece una gran resistencia al vuelo es a la vez, su condición indispensable.

El principal obstáculo que tiene que superar un bote de motor, es la resistencia del agua a la revolución de la hélice del motor; pero si no fuera por esa resistencia, el bote no se movería de su lugar. Esa misma ley, también tiene una aplicación en la vida humana del hombre; los obstáculos son indispensables para lograr el éxito y en consecuencia son más que necesarios, es más son imprescindibles.

Una vida libre de todos los obstáculos y dificultades reduciría en su mínima expresión todas las posibilidades y potencias a cero. Los obstáculos nos despiertan de esa letanía, y nos llevan a nuestras grandes habilidades humanas. El esfuerzo nos comunica nuevo poder, de suerte tal, que de las dificultades nace de las cenizas una nueva fuerza. De un obstáculo derivamos una gran fortaleza; de la desilusión, crecimiento; de la privación, deseo.

Hoy más que ayer en Nicaragua sabemos quién es quién y donde está cada quien, a que responde, que hizo o que no hizo que logró o que echó a perder, que tanto aportó o que tanto estorbó. Lo que cada quien hizo en lo positivo o negativo por ser un parcial de la paz no lo voy a determinar ahora porque sobre el tema ya escribí antes, pero en el análisis es un buen punto de partida para los que deseamos ir hacia el futuro y no quedarnos en el pasado.

En Nicaragua hay una voluntad que gobernando en paz hizo milagros con poco y hay otra que hizo terroristamente desastres con mucho. Para los primeros el obstáculo que surgió fue impactante y doloroso porque vio afectada su obra, pero para los segundos, para el terrorismo que hizo caer nuestro desarrollo económico, lo único que sacan de todo esto es la búsqueda de imposibles que los hagan salir del estercolero al que cayeron porque si antes de asaltar la paz ya sus números estaban en rojo, después de su criminal embestida su mejor escenario es la del zombi, la del muerto vivo, que anda buscando a quien morder, que hiede y atemoriza a una población que huye espantada de su maldad y de la impresionante capacidad de odio que destilan.

En síntesis, debo decir que, de los obstáculos, independientemente de que sean creados o inducidos desde afuera, debemos asumir una voluntad de hierro para levantarnos con celeridad porque ahora sabemos dónde están y quiénes son los alacranes que hipócritamente decían acompañarnos en el desarrollo y que con solo el chasquear de los dedos del Tío Sam se lanzaron como perros rabiosos a la yugular de nuestra amada Nicaragua.

A esos vampiros que se quedaran por el resto de días donde merecidamente están en calidad de deportados porque fueron tratados como lo que siempre fueron, agentes extranjeros, hay que responderles categóricamente con actitudes de hombres grandes y con la convicción de saber que ellos no son nada porque nunca tuvieron nada y en consecuencia jamás serán capaces de aportar algo. Nosotros tenemos que caminar al lado de quienes construyen y nos hacen parte de la construcción de la nación en calidad de actores nunca de observadores porque ese es el limitado papel de los que nacieron para ser el problema y jamás la solución.

No mostremos bellezas a los ciegos que pudiendo no quieren ver. No nos detengamos a predicar verdades a los sordos que no quieren oír. Nuestra obligación es no mentir a quien nos escucha y no decepcionar a quienes nos han depositado sus esperanzas porque esa confianza que nos defieren nos impone el respeto para la gente buena y noble que queriendo lo mejor para el país decidió vencer, pero andando sobre el camino de la paz.

QUE DIOS BENDIGA A NICARAGUA

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