Con un acto solemne celebrado este martes, en el Centro de Convenciones Olof Palme, en Managua, la representación diplomática de la República Argelina Democrática y Popular en Nicaragua conmemoró el 71 aniversario del estallido de su heroica Revolución de Liberación.
El embajador Ali Menguellati, en representación del Gobierno argelino, extendió los saludos fraternales del presidente Abdelmadjid Tebboune a los Copresidentes Daniel Ortega y Rosario Murillo, reafirmando los lazos de amistad y cooperación entre ambas naciones.
Mencionó que se trata de un día de alto significado histórico en la memoria de sus heroicos mártires, “quienes con valentía y una firme fe en la patria, decidieron romper las cadenas del colonialismo y asumir el destino de la nación”, destacó.

Recordó que el elevado precio de su pueblo ascendió a un millón y medio de mártires caídos durante 8 años de gesta heroica.
“Más allá de su dimensión nacional, esta fecha histórica permanece como un símbolo universal de resistencia frente a toda forma de opresión y como una afirmación de la aspiración legítima de los pueblos a la libertad y a la autodeterminación”, dijo.

Comparten valores fundamentales
Destacó que tanto Argelia como Nicaragua comparten valores fundamentales como la soberanía, la justicia, la solidaridad y la defensa de las causas justas.
“Reafirmamos aquí nuestra firme determinación de fortalecer y ampliar la cooperación bilateral en múltiples ámbitos. Nos complace constatar también el alto nivel de concertación y coordinación entre nuestros dos países y nuestro interés común, especialmente en el marco de los organismos internacionales”, precisó, destacando las representaciones de ambos países en eventos históricos.

El Co-canciller de Nicaragua, compañero Valdrack Jaentschke, entregó también las felicitaciones de los Copresidentes Daniel Ortega y Rosario Murillo en ocasión del día nacional de la República Argelina Democrática y Popular, con motivo del 71 aniversario del estallido de la gloriosa Revolución de Liberación Nacional.
“Argelia y Nicaragua compartimos una historia común y una amistad duradera. Profundizada desde el establecimiento de nuestras relaciones diplomáticas, establecidas con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista en 1979. Esos lazos históricos que hemos construido en los últimos 46 años han estado cimentados en el respeto mutuo y la solidaridad, en el legado revolucionario que compartimos, en la historia de lucha de nuestros pueblos, enfrentando y derrotando a los colonialistas y neocolonialistas, en la construcción de nuestros propios caminos para un futuro de paz, bienestar y desarrollo y de nuestras coincidencias ante los desafíos del mundo actual”, mencionó.

Continuar apoyando la justa causa palestina
Resaltó que un punto de especial coincidencia “es nuestra firme convicción de continuar apoyando la justa causa del pueblo palestino. Nuestro reconocimiento al incuestionable derecho de ese hermano pueblo a su total independencia, al respeto de su soberanía y autodeterminación y nuestra invariable condena al genocidio que comete el estado sionista de Israel contra todo ese heroico pueblo”, añadió.
Por su parte, el Cocanciller Denis Moncada Colindres afirmó que precisamente desde Nicaragua se alza la voz para saludar con cariño y respeto el 71 aniversario del inicio de la gloriosa revolución argelina.

“Desde Nicaragua digna, libre y soberana, miramos a Argelia y vemos un espejo. Vemos la misma lucha contra los imperios que ayer con soldados y hoy con fondos buitres y chantajes a tratados de libre comercio buscan saquear nuestra economía, saquear nuestras riquezas y someter nuestra inquebrantable voluntad”, expresó.
Afirmó que Argelia ganó su libertad y se convirtió en un bastión de solidaridad internacionalista, abriendo sus puertas “a los luchadores anticoloniales de África. La Argelia que apoyó a Nelson Mandela, la que tendió una mano fraterna a la Revolución Cubana. Hoy, cuando el mundo asiste a una resurrección de la lucha anticolonial, desde Palestina, del Sahara Occidental, la lección de Argelia vibra con una fuerza renovada”.
Finalmente, reiteró que la unidad de los pueblos es el arma más poderosa. “Seguiremos alzando la bandera de la justicia, de la soberanía, de la no agresión, de la paz con dignidad y sin sometimientos”, precisó.
El 1 de noviembre de 1954 estalló en Argelia el inicio de la Revolución de Liberación, que desencadenó una guerra de independencia contra el poder colonial francés que duraba más de un siglo. Esta lucha se prolongó durante casi ocho años y culminó con la proclamación de la independencia el 5 de julio de 1962.













