El Papa Francisco realizó el tradicional lavatorio de pies del Jueves Santo, en un centro de refugiados en las afueras de Roma, donde lavó y besó los pies de 11 desplazados musulmanes, ortodoxos, hindúes y católicos.
Desde el albergue en Castelnuovo di Porto, en Italia, el Sumo Pontífice dio inicio al periodo más solemne de la Iglesia Católica durante la Pascua, en el que se recuerda a la Última Cena de Jesús.
El Vaticano informó que entre las 11 personas seleccionadas para el ritual se encuentran cuatro hombres católicos de Nigeria, tres musulmanes de Mali, Siria y Pakistán, además de tres mujeres cristianas cópticas de Eritrea y un hindú de India.
La mayoría de las crisis humanitarias que se viven en África, Asia Occidental y Oriente Medio, son generadas por la inestabilidad social y política producto de la intervención extranjera y el accionar de grupos terroristas, como el caso de Siria.
Esta nación árabe contabiliza más de siete millones de desplazados de forma interna y más de cuatro millones de forma externa, debido a los actos terroristas de grupos como el autodenominado Estado Islámico (EI) o de la intervención militar extranjera, como el caso de Francia y Estados Unidos, sin contar con el consentimiento del Gobierno sirio.