No tengo la menor duda que la hipocresía es uno de los males más espantosos que los seres humanos podemos mostrar de lo que realmente somos. La verdad es que la expresión más aborrecible de lo que podemos ser es modelar.
Evidentemente la Iglesia Católica Nicaragüense, cuya cabeza dirigencial la representa la Conferencia Episcopal de Nicaragua, ha decidido descaradamente meterse de cuerpo entero al tinglado político a través de algunos obispos.
Con motivo de la celebración del V centenario de la caída de Tenochtitlan durante la batalla por la conquista de México bajo la arrolladora fuerza opresora de los españoles dirigidos por Hernán Cortés, se hizo evidente la actitud traidora.
Desde hace algunos años, pero de forma más aguda últimamente, Nicaragua se ha convertido en el nuevo objetivo para ser derribado en el “pimpampum” que un conjunto de países occidentales -léase imperialistas- juegan con Cuba, Venezuela y Bolivia.
La diplomacia se dice o se decía es la rama de las relaciones internacionales llamada a generar negociaciones para alcanzar acuerdos y procedimientos “pacíficos” entre los países, pero no solo se ciñe a los Estados, sino con organismos y organizaciones.
En Nicaragua se está construyendo una respuesta real a esta pregunta apuntando al aprender con calidad de cada una/o de las/os protagonistas en el área educativa.
Analizando los comunicados que el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino de España redacta y hace públicos, algunos relacionados con asuntos internos de diversos países, llama la atención el enfoque, el lenguaje.