“La guardia nacional y sus orejas perseguía a quien nombrase a Sandino, y el pueblo protegía en su memoria al héroe cuando oía disparos en la noche diciendo: "hallá lo están matando””, escuché al artista de artes plásticas Roger Pérez de la Rocha.
Iba a comenzar mi andadura después de leer el poema de José Coronel Urtecho titulado “No volverá el pasado”, me había detenido en algunos de sus versos para reflexionar sobre lo que Nicaragua había sido en tiempos pasados.
¿Los herederos de Robespierre han tomado el poder y van a establecer un nuevo orden social y económico, que despoje a los bancos, derribe a la obscena clase dominante y pugne por establecer un sistema menos explotador, desigual y corrupto?
Las revoluciones no son erupciones volcánicas. No explotan de un momento a otro ni se establecen automáticamente. Se hace una revolución a través de un proceso de lucha que conduce a la transformación total de un sistema.
Nos separan muy pocos días para el más vistoso asueto nacional y de histórica y masiva movilización humana en Nicaragua. Me atrevo a decir que somos uno de los muy pocos países, seguramente del mundo.
El día 28 de junio se celebró solemnemente en Beijing la Conferencia por el 70º Aniversario de los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica. Se reunieron unos 600 representantes procedentes de más de 100 países.