La grandiosidad de un pueblo se demuestra en el tamaño enorme del Héroe. Y vos sos ese Héroe. Insignes hombres y mujeres pueden surgir de pequeños países que los poderes de la tierra no podrán abatir.
¿Cómo es posible que una ley de un país que no llega a los 4 millones de habitantes, con un PIB que ocupa el puesto 114 del mundo, sea tan importante como para desencadenar aprensiones, protestas, advertencias y amenazas europeas y estadounidenses?
Nicaragua ha defendido con ahínco su política migratoria, la cancillería ha rechazado el uso faccioso de las fronteras y ha luchado por situar al país con una soberanía intachable y con la autodeterminación de hacer uso legítimo de sus fronteras.
Obama, el premio nobel de la paz por matar más que nadie anterior a él, llamaba “torcer el brazo” a chantajear a un gobierno o a un personaje para que obedeciese su deseo, que era el de los cabecillas del complejo de la matanza humana.
¿Cuánto pesa en la balanza de la Historia el genocidio de los sionazis de 1948 a 2024? Pesa tanto como los gobiernos antiimperialistas y los pueblos antiimperialistas lo transmitan a los hermanos y con éstos a las generaciones futuras.
Estamos viendo en nuestras pantallas, la verdadera faz de la civilizada Unión Europea, un club de países subalternos de los EEUU, que siguen vergonzosamente su dictado con la promesa de repartirse las migajas de supuestas conquistas norteamericanas.
No sé a cuantos, el sentido común me dicta que es a muchos, pero independientemente de si gusta o no a pequeñas o grandes porciones de la humanidad yo sí me cuento entre quienes repugnamos la hipocresía porque me parece que es una de las más tristes.