A pocos días de celebrarse las fiestas de Navidad y Año Nuevo, el flujo migratorio en el puesto fronterizo de Peñas Blancas, al sur del país, comienza a dinamizarse e incrementarse con la llegada de miles de compatriotas que vienen a pasar las vacaciones junto a su familia y en la seguridad que sólo Nicaragua les puede ofrecer.