Santo Domingo de Guzmán ha bajado a Managua desde Las Sierritas, en su tradicional peregrinación llena de color, bailes, tradición, alegría, derroche de cultura de nuestro pueblo; haciéndose acompañar de un mar de promesantes, feligreses que este 1 de agosto han venido pagando promesas y pidiéndole nuevos favores a la milagrosa e intercesora imagen encontrada, probablemente hace unos 130 años, por un humilde leñador.