Este 30 de septiembre ya entró en la historia contemporánea como la fecha en la que se firmaron los acuerdos de incorporación de cuatro nuevas regiones a la Federación de Rusia: las repúblicas de Donetsk yLugansk y las regiones de Zaporozhie y Jersón.
El mandatario ruso, Vladímir Putin, se reunió en el Salónde San Jorge del Gran Palacio del Kremlin con los jefesde las administraciones de estas regiones: Denís Pushilin,de la República Popular de Donetsk; Leonid Pásechnik, de la República Popular de Lugansk; Evgueni Balitski, de laregión de Zaporozhie; y Vladímir Saldo, de la región deJersón. Tras la firma de los documentos, el presidenteofreció un discurso, que reproduciremos a continuación:
"Estimados ciudadanos de Rusia, ciudadanos de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, vecinos delas regiones de Zaporozhie y Jersón, diputados de laDuma Estatal, senadores de la Federación de Rusia.
Como ustedes saben, en las Repúblicas Populares deDonetsk y Lugansk y en las regiones de Zaporozhie y Jersón se llevaron a cabo una serie de referendos. Se hizoun balance y sus resultados ya son públicos. La gente hahecho su elección, una elección clara.
Hoy firmamos el decreto para la adhesión a Rusia de la República Popular de Donetsk, la República Popular deLugansk, las regiones de Zaporozhie y Jersón. Estoy seguro de que la Asamblea Federal apoyara las leyes constitucionales sobre la aceptación y formación en Rusiade cuatro nuevas regiones, de cuatro sujetos de laFederación de Rusia, porque así fue la decisión de millonesde personas.
Y eso, claro está, es su derecho, un derecho inalienableque está establecido en el artículo 1 de la Carta de la ONU.
Repito, este es un derecho inalienable de las personas, sebasa en la unidad histórica; en su nombre vencieron lasgeneraciones de nuestros antepasados, aquellos que,desde los orígenes de la Antigua Rus, durante siglos,construyeron y defendieron Rusia. Aquí, en Novorossia, lucharon Rumiántsev, Suvórov y Ushakov, mientrasCatalina II y Potemkin fundaban nuevas ciudades. Aquí nuestros abuelos y bisabuelos lucharon hasta la muertedurante la Gran Guerra Patria.
Siempre recordaremos a los héroes de la Primavera Rusa,a aquellos que no aceptaron el golpe neonazi en Ucraniaen el 2014, a todos aquellos que murieron por el derechode hablar su idioma nativo, de preservar su cultura,tradiciones, fe, por el derecho a vivir. Estos son losguerreros del Donbás, los mártires de Khatyn de Odesa [los48 opositores al golpe de Estado que fueron encerrados enla Casa de los Sindicatos y quemados vivos] y las víctimasde los ataques terroristas inhumanos perpetrados por elrégimen de Kiev. Se trata de voluntarios y milicianos, deciviles, niños, mujeres, ancianos, rusos, ucranianos,personas de varias nacionalidades. Se trata del verdaderolíder del pueblo de Donetsk, Alexánder Zajárchenko, delos comandantes militares Arsén Pávlov y Vladímir Zhoga,Olga Kochura y Alexéi Mozgovói, del fiscal de la repúblicade Lugansk Serguéi Gorenko. Del paracaidistaNurmagomed Gadzhimagomédov y de todos nuestrossoldados y oficiales que sufrieron la muerte durante laoperación militar especial. Ellos son héroes. Los héroes dela gran Rusia. Pido que honren su memoria con un minutode silencio.
Detrás de la elección de millones de residentes en lasrepúblicas de Donetsk y Lugansk y en las regiones deZaporozhie y Jersón está nuestro destino común y unahistoria milenaria. La gente transmitió esta conexiónespiritual a sus hijos y nietos. A pesar de todos losdesafíos, llevaron a través de los años el amor por Rusia. Ynadie puede destruir este sentimiento en nosotros. Por eso,tanto las generaciones mayores, como los jóvenes, los quenacieron después de la tragedia del colapso de la UniónSoviética, votaron por nuestra unidad, por nuestro futurocomún.
En 1991, en Belavézhskaya Puscha, sin consultar lavoluntad de los ciudadanos comunes, los representantes delas élites del partido de aquel entonces decidieron hacercolapsar la URSS, y la gente se vio aislada de su patria.Esto desgarró, desmembró a nuestra comunidad y seconvirtió en una catástrofe nacional. Así como después dela revolución las fronteras de las repúblicas unidas fueroncortadas entre bastidores, así los últimos líderes de la Unión Soviética, contrariamente a la expresión de lavoluntad de la mayoría del pueblo expresada en elreferendo de 1991, arruinaron nuestro gran país,simplemente avisaron a los pueblos.
Admito que ni ellos entendían lo que estaban haciendo nilas consecuencias que esto inevitablemente traería. Peroya no importa. No existe la Unión Soviética, el pasado nopuede ser cambiado. Tampoco la necesita Rusia hoy endía, no es algo a lo que aspiremos. Pero no hay nadamás fuerte que la determinación de millones de personasque, por su cultura, fe, tradiciones, idioma, se consideranparte de Rusia, cuyos antepasados vivieron en un soloEstado durante siglos. No hay nada más fuerte que ladeterminación de este pueblo de regresar a su verdaderapatria histórica.
Durante ocho largos años, la gente en Donbás fue objetode genocidio, bombardeos y bloqueos, mientras que enJersón y Zaporozhie intentaron cultivar criminalmente elodio hacia Rusia, hacia todo lo ruso. Ahora, durante losreferendos, el régimen de Kiev amenazó con violencia, conla muerte a maestras de escuela, a las mujeres quetrabajaban en las comisiones electorales, intimidó conrepresiones a millones de personas que venían a expresarsu voluntad. Pero la gente inquebrantable de Donbás, Zaporozhie y Jersón dieron su opinión.
Quiero que las autoridades de Kiev y sus verdaderos amosen Occidente me escuchen, para que todos recuerden esto:las personas que viven en Lugansk y Donetsk, Jersón y Zaporozhie se han convertido en ciudadanos rusospara siempre.
Hacemos un llamado al régimen de Kiev para que ceseinmediatamente el fuego, todas las hostilidades, la guerraque desató en 2014 y regrese a la mesa de negociaciones.Estamos listos para esto, se ha dicho más de una vez. Perono discutiremos la elección de la gente en Donetsk, Lugansk, Zaporozhie y Jersón. Ya eso es un hecho. Rusiano los traicionará. Y las autoridades de Kiev de hoy debentratar este libre albedrío del pueblo con respeto y nada más.Este es el único camino hacia la paz.
Defenderemos nuestra tierra con todas las fuerzas ymedios a nuestro alcance y haremos todo lo posible paragarantizar la vida segura de nuestro pueblo. Esta es la granmisión liberadora de nuestro pueblo.
Reconstruiremos ciudades y pueblos destruidos, viviendas,escuelas, hospitales, teatros y museos, restauraremos ydesarrollaremos empresas, industrias, fábricas, infraestructura, sistemas de seguridad social, pensiones,atención médica y sistemas educativos.
Por supuesto, trabajaremos para mejorar el nivel deseguridad. Juntos hacemos que los ciudadanos de lasnuevas regiones sientan el apoyo de todo el pueblo de Rusia, de todo el país, de todas las repúblicas, de todos losterritorios y regiones de nuestra gran patria.
¡Queridos amigos, compañeros!
Hoy quiero dirigirme a los soldados y oficiales queparticipan en la operación militar especial, a los guerrerosde Donbás y Novorossia, los que, tras el decreto sobre lamovilización parcial, se incorporaron a las filas de lasFuerzas Armadas, cumpliendo con su deber patriótico, a losque, siguiendo el llamado de su corazón, asisten a lospuntos de reclutamiento militar. Quisiera dirigirme también asus padres, esposas e hijos, para decirles por qué luchanuestro pueblo, qué enemigo se nos opone, quién estálanzando el mundo a nuevas guerras y crisis, sacandosangriento provecho de esta tragedia.
Nuestros compatriotas, nuestros hermanos y hermanas en Ucrania —una parte de nuestro pueblo unido— vieron consus propios ojos lo que los círculos gobernantes delllamado Occidente están preparando para toda lahumanidad. Ahora, simplemente se quitaron las máscaras,mostraron su verdadero rostro.
Después del colapso de la Unión Soviética, Occidentedecidió que el mundo, todos nosotros, tendríamos quesoportar para siempre sus dictados. Luego, en 1991,Occidente esperaba que Rusia no se recuperara de estasconmociones y se derrumbaría por sí sola. Y sí, casisucedió, recordamos los 90, los terribles 90, hambrientos,fríos y sin esperanza. Pero Rusia resistió, revivió, sefortaleció, volvió a ocupar el lugar que le correspondía en elmundo.
Al mismo tiempo, Occidente ha estado buscando todo este tiempo, y continúa buscando, una nuevaoportunidad para golpearnos, debilitarnos y destruir a Rusia, algo con lo que siempre ha soñado, dividir nuestroEstado, hacer enfrentar a los pueblos entre sí, condenarlosa la pobreza y la extinción. Simplemente estánobsesionados por el hecho de que exista un país tangrande y enorme en el mundo, con este territorio, riquezanatural, recursos, con un pueblo que no sabe cómo —y nunca lo sabrá— vivir bajo las órdenes de otra persona.
Occidente está dispuesto a pasar por encima de todo parapreservar el sistema neocolonial que le permite parasitar,de hecho saquear, al mundo a expensas del poder del dólary los dictados tecnológicos, para cobrar verdadero tributo ala humanidad, para extraer la principal fuente deprosperidad no ganada, la renta de la potencia hegemónica.El mantenimiento de esta renta es un motivo clave, genuinoy absolutamente egoísta. Por eso les interesa ladesoberanización total. De ahí su agresión hacia los Estados independientes, hacia los valores tradicionales ylas culturas originarias, los intentos de socavar los procesosinternacionales y de integración fuera de su control, lasnuevas monedas mundiales y los centros de desarrollotecnológico. Para ellos es fundamental que todos los paísesentreguen su soberanía a Estados Unidos.
Las élites gobernantes de algunos Estados aceptanvoluntariamente hacer esto, aceptan voluntariamenteconvertirse en vasallos; otros son sobornados, intimidados.Y si no funciona, destruyen Estados enteros, dejando trasde sí catástrofes humanitarias, desastres, ruinas, millonesde destinos humanos arruinados, mutilados, enclavesterroristas, zonas de desastre social, protectorados,colonias y semicolonias. No les importa mientras obtengansu propio beneficio.
Quiero volver a subrayar: en la codicia, en la intención depreservar su poder ilimitado, es precisamente donde estánlas verdaderas razones de la guerra híbrida que Occidente,como colectivo, está librando contra Rusia. Nos desean, nolibertad, sino que nos quieren ver como una colonia. Noquieren una cooperación en igualdad de condiciones,quieren robar. Quieren vernos no como una sociedad libre,sino como una multitud de esclavos sin alma.
Para ellos, nuestro pensamiento y filosofía son unaamenaza directa, y por eso atentan contra nuestrosfilósofos. Nuestra cultura y arte son un peligro para ellos,por lo que están tratando de prohibirlos. Nuestro desarrolloy prosperidad también es una amenaza para ellos: lacompetencia está creciendo. Ellos no necesitan en absolutoa Rusia, somos nosotros la que la necesitamos.
Me gustaría recordarles que en el pasado las pretensionesde dominación mundial en varias ocasiones se han hecho añicos debido a la valentía y la resistencia de nuestropueblo. Rusia siempre será Rusia. Seguiremosdefendiendo tanto nuestros valores como nuestrapatria.
Occidente cuenta con impunidad, cuenta con salirsecon la suya. Y en efecto, hasta ahora, se ha salido con lasuya en todo. Los acuerdos en materia de seguridadestratégica van directo a la basura; se declaran losacuerdos alcanzados al más alto nivel político como noexistentes; las firmes promesas de no expandir la OTAN hacia el este, tan pronto como nuestros antiguos líderes selas tragaron, se convirtieron en un sucio engaño; lostratados sobre defensa antimisiles y misiles de alcanceintermedio y más corto se han violado unilateralmente conpretextos descabellados.
Desde todos lados solo escuchamos que Occidentedefiende el orden basado en reglas. ¿De dónde vienen? ¿Quién vio estas reglas? ¿Quién estuvo de acuerdo? Escuchen, esto es solo una estupidez, puro engaño,¡dobles o ya triples estándares! Simplemente piensan queestán tratando con tontos.
Rusia es una gran potencia milenaria, un país-civilización, y no vivirá bajo estas reglas falsas yamañadas.
Justo ha sido el llamado Occidente el que ha pisoteado elprincipio de inviolabilidad de las fronteras, y ahora decidebajo sus propios criterios quién tiene derecho a laautodeterminación y quién no, quién no es digno de ella.¿Por qué deciden eso? ¿quién les dio este derecho? Esono está claro. Ellos mismos se lo dieron.
Es por eso que la decisión de las personas en Crimea, Sebastopol, Donetsk, Lugansk, Zaporozhie y Jersónprovoca una ira salvaje en ellos. Occidente no tiene ningúnderecho moral a evaluarlo, ni siquiera a tartamudear sobrela libertad de la democracia. ¡No lo tiene y nunca lo tuvo!
Las élites occidentales niegan no solo la soberanía nacionaly el derecho internacional. Su hegemonía tiene un marcadocarácter de totalitarismo, despotismo y apartheid.Descaradamente dividen al mundo en vasallos, en losllamados países civilizados; y en todos los demás, quienes,según el plan de los racistas occidentales de hoy, deberíansumarse a la lista de bárbaros y salvajes. Inventaronetiquetas falsas como "país paria", "régimen autoritario", estigmatizan a pueblos y Estados enteros, y no hay nadanuevo en esto. No hay nada nuevo en esto: las élitesoccidentales son lo que eran y han seguido siendo:colonialistas. Discriminan, dividen a los pueblos encategorías.
Nunca hemos aceptado y nunca aceptaremos talnacionalismo político y el racismo. ¿Y qué más es larusofobia, que ahora se está extendiendo por todo elmundo, si no racismo? ¿Qué, si no racismo, es laperentoria convicción de Occidente de que su civilización,su cultura neoliberal, es un modelo indiscutible para elmundo entero? "El que no está con nosotros, está contranosotros". Todo eso suena extraño.
Las élites occidentales incluso trasladan elarrepentimiento de sus propios crímenes históricos atodos los demás, exigiendo tanto a los ciudadanos de suspaíses como a otros pueblos que confiesen por cosas conlas que nada tienen que ver, por ejemplo, por el período delas conquistas coloniales.
Quisiera recordarle a Occidente que su política colonialcomenzó en la Edad Media y luego siguió el comerciomundial de esclavos, el genocidio de las tribus indias enAmérica, el saqueo de la India, África, las guerras deInglaterra y Francia contra China, por lo que se vio obligadoa abrir sus puertos al tráfico de opio. Lo que hicieron fueponer a naciones enteras en las drogas, exterminarondeliberadamente a grupos étnicos enteros para hacerse dela tierra y los recursos, organizaron una verdadera caceríade personas como si estos fueran animales. Esto escontrario a la naturaleza misma del hombre, a la verdad, lalibertad y la justicia.
Y nosotros estamos orgullosos de que, en el siglo XX, fue nuestro país el que lideró el movimiento anticolonial, queabrió oportunidades para que muchos pueblos del mundose desarrollaran para reducir la pobreza y la desigualdad,para superar el hambre y la enfermedad.
Haré énfasis en que una de las razones de la centenariarusofobia, la malicia no disimulada de estas élitesoccidentales hacia Rusia, es precisamente porque nopermitimos que nos robaran durante el período de lasconquistas coloniales, obligamos a los europeos acomerciar con beneficios mutuos. Esto se logró mediante lacreación de un Estado fuerte, centralizado, en Rusia, quese desarrolló y fortaleció sobre los grandes valores moralesde la ortodoxia, el islam, el judaísmo y el budismo, sobre lacultura rusa y la palabra rusa lista para todos.
Ya se sabe que se hicieron repetidamente planes para intervenir en Rusia, e intentaron usar el período tumultuosoa principios del siglo XVII y el período de conmocióndespués de 1917, pero no lo consiguieron. Sin embargo,Occidente logró apoderarse de la riqueza de Rusia afines del siglo XX, cuando el Estado fue destruido. Luego nos catalogaron de amigos y socios, pero de hechonos trataron como una colonia: billones de dólares fuerondesviados fuera del país bajo una variedad de esquemas. Recordamos todo, no hemos olvidado nada.
Y en estos días, la gente de Donetsk y Lugansk, deJersón y Zaporozhie se han pronunciado a favor derestaurar nuestra unidad histórica. ¡Gracias!
Los países occidentales llevan siglos repitiendo que llevanla libertad y la democracia a otros pueblos. Todo esexactamente lo contrario: en lugar de democracia, lo quedejan es represión y explotación; en lugar de libertad,esclavitud y violencia. Todo el orden mundial unipolar esinherentemente antidemocrático y no libre, esengañoso e hipócrita de principio a fin.
Estados Unidos es el único país del mundo que en dosocasiones ha usado armas nucleares, destruyendo las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Que, porcierto, sentaron un precedente.
Permítanme recordarles también que Estados Unidos,junto con los británicos, convirtieron Dresde, Hamburgo, Colonia y muchas otras ciudades alemanas en ruinas sinninguna necesidad militar durante la Segunda Guerra Mundial. Y esto se hizo de manera desafiante, sin ninguna,repito, necesidad militar.
Había un solo objetivo, al igual que en el caso de losbombardeos nucleares en Japón, intimidar tanto a nuestropaís como al mundo entero. Estados Unidos dejó unahuella terrible en la memoria de los pueblos de Corea yVietnam con bombardeos bárbaros, el uso del napalm yarmas químicas.
Hasta ahora, de facto, ocupan Alemania, Japón, laRepública de Corea y otros países, y al mismo tiempo losllaman cínicamente aliados en igualdad de condiciones. Mepregunto, ¿qué tipo de alianza es esta? Todo el mundosabe que los líderes de estos países están siendoobservados, a las primeras personas de estos Estados lesinstalan dispositivos de escucha no solo en sus oficinas,sino también en sus residencias personales. Esta es unaverdadera lástima. Una vergüenza tanto para los que hacenesto como para los que como un esclavo se tragansilenciosa y mansamente esta grosería.
Los directos y groseros llamamientos a sus vasallos, loscalifican de solidaridad euroatlántica; al desarrollo de armasbiológicas, experimentos en personas vivas, incluso enUcrania, lo llaman una noble investigación médica. Fue consu política destructiva, de guerras y robos, la que provocó elauge colosal de los flujos migratorios de hoy. Millones depersonas sufren penurias, intimidaciones, mueren de amiles tratando de llegar a la misma Europa. Por ejemplo,están exportando ahora el trigo desde Ucrania. ¿Haciadónde va bajo el pretexto de garantizar la seguridadalimentaria de los países más pobres del mundo? ¿Adóndeva? A los mismos países europeos, solo el 5% va a lospaíses más pobres del mundo. ¡Otra vez, otra estafa y unengaño absoluto!
La élite estadounidense, de hecho, utiliza la tragedia deesta gente para debilitar a sus competidores, para destruirlos Estados nacionales. Esto también se aplica a Europa,esto también se aplica a la identidad de Francia, Italia, España y otros países con una historia de siglos.
Washington exige cada vez más sanciones contra Rusia, yla mayoría de los políticos europeos están dócilmente deacuerdo con esto. Entienden claramente que EstadosUnidos, impulsando el rechazo total de la UE a losportadores de energía rusos y otros recursos, estáprácticamente llevando la situación hacia ladesindustrialización de Europa, hacia el momento deapoderarse por completo del mercado europeo; entiendentodo, estas élites europeas, lo entienden todo, peroprefieren servir a los intereses de los demás. Esto ya no esservilismo, sino una traición directa a sus pueblos. Pero queDios les juzgue, es problema de ellos.
Las sanciones ya no son suficientes para los anglosajones,ahora aplican los sabotajes. Increíble, pero cierto: con laorganización de explosiones en los gasoductosinternacionales de Nord Stream, que corre a lo largo delfondo del mar Báltico, en realidad comenzaron a destruir lainfraestructura energética paneuropea. Es que está claropara todos quién se beneficia de esto. Es obvio que elresponsable es precisamente quién se beneficia de esto".
La política de imposición de EEUU se basa en la fuerzabruta, en la ley de puño. A veces está envuelta en algoprecioso, a veces no, pero la esencia es la misma: la ley delpuño. De ahí el despliegue y mantenimiento de cientos debases militares en todo el mundo, la expansión de la OTAN,los intentos de forjar nuevas alianzas militares comoAUKUS y otras similares. Se están elaborando nuevasrelaciones militares entre Washington, Seúl y Tokio. Todoslos Estados que poseen o aspiran a poseer una verdaderasoberanía estratégica y son capaces de lanzar un desafío ala hegemonía occidental son automáticamente incluidos enla categoría de enemigos.
En esos principios se basan las doctrinas militares deEEUU y la OTAN, que exigen nada menos que ladominación total. Las élites occidentales presentan susplanes neocoloniales de la misma manera hipócrita, inclusocon la pretensión de ser pacíficos, hablando de algún tipode contención, y tal palabra engañosa corre de unaestrategia a otra, pero en realidad solo significa una cosa: ladestrucción de cualquier foco de desarrollo soberano.
Ya hemos oído sobre la contención de Rusia, China e Irán. Considero que los próximos serán otros países de Asia ,América Latina, África y Oriente Medio, e incluso losactuales socios y aliados de EEUU. Sabemos que cuandoalgo no les gusta, imponen sanciones contra sus aliados:ahora lo hacen contra un banco, luego contra otro; ahora lohacen contra una empresa, luego contra otra. Es la mismapráctica y se ampliará. Apuntan a todos, incluidos nuestrosvecinos más cercanos, como los países de la Comunidadde Estados Independientes (СEI).
Al mismo tiempo, es evidente que Occidente ha dado porhecho lo deseado. Al comenzar una guerra relámpago desanciones contra Rusia creyeron que una vez más podríanenfilar el mundo entero bajo sus órdenes. Pero resulta quetal perspectiva entusiasma a pocos, tal vez a losmasoquistas políticos y admiradores de otras formas notradicionales de relaciones internacionales. La mayoría delos Estados se niega a cumplir sus órdenes y eligen uncamino razonable de cooperación con Rusia.
Está claro que Occidente no esperaba tal desobediencia. Simplemente están acostumbrados a tomar todo por lafuerza, el chantaje, el soborno y la intimidación, y estánconvencidos de que estos métodos funcionarán siempre,como en el pasado.
Tal autoconfianza es una consecuencia directa no solo delnotorio concepto de su propio excepcionalismo, —aunque esto, por supuesto, sigue sorprendiendo— sino también deuna verdadera hambre de información en Occidente.Ahogaron la verdad en un océano de mitos, ilusiones yfalsedades utilizando una propaganda extremadamenteagresiva, mintiendo como Goebbels. Cuanto más increíblesea la mentira, más rápido la gente creerá en ella, así escómo operan, según este principio.
Pero no se puede alimentar a la gente con dólares y eurosimpresos. No se les puede alimentar con esos papeles, y lacapitalización virtual e inflada de las redes socialesoccidentales no puede calentar un hogar. Todo esto esimportante, lo que estoy diciendo, pero no es menosimportante lo que se acaba de decir: no se puede alimentara nadie con papel, se necesita comida y estascapitalizaciones infladas tampoco pueden calentar a nadie,se necesita energía.
Por eso los políticos europeos tienen que convencer a susconciudadanos de que coman menos, se bañen menos y sevistan más abrigados en casa. Y los que empiezan a hacerpreguntas justas "¿por qué es así?", son declaradosinmediatamente como enemigos, extremistas y radicales.Trasladan la culpa a Rusia, diciendo: "ese es el origen detodos sus problemas". Vuelven a mentir.
Hay algo que quiero destacar, subrayar. Hay muchasrazones para creer que las élites occidentales no van abuscar soluciones constructivas a la crisis alimentaria yenergética mundial que surgió por su culpa, precisamentepor su política mucho antes de nuestra operación militarespecial en Ucrania, en Donbás. No pretenden resolver losproblemas de injusticia y desigualdad. Existe el temor deque estén dispuestos a utilizar otras recetas a las que yaestán acostumbrados.
Y aquí es necesario recordar que Occidente salió de lascontradicciones de principios del siglo XX a través de laPrimera Guerra Mundial. El beneficio de la Segunda Guerra Mundial permitió a EEUU superar finalmente los efectos dela Gran Depresión y convertirse en la mayor economía delmundo imponiendo en el planeta el poder del dólar comomoneda de reserva mundial. Occidente superó en granmedida la crisis de los años ochenta —y la crisis se agravótambién en los años ochenta— apropiándose del legado ylos recursos de la Unión Soviética, que al final se derrumbó. Esto es un hecho.
Ahora, para salir de otro nudo de contradicciones necesitana toda costa dividir a Rusia, a otros Estados que eligen elcamino soberano del desarrollo, para robar aún más lariqueza ajena y a costa de ello cerrar y tapar sus agujeros.Si esto no ocurre, no descarto que intenten llevar el sistemaal colapso, al que se le puede echar la culpa de todo o,Dios no lo quiera, que decidan utilizar la conocida fórmula "la guerra todo lo perdona".
Rusia entiende su responsabilidad ante la comunidadmundial y hará todo para hacer entrar estas cabezas calientes en razón.
Obviamente, el actual modelo neocolonial está condenado. Pero, de nuevo, sus verdaderos dueños se aferrarán a estemodelo hasta el final. Simplemente no tienen nada queofrecer al mundo, salvo el mismo sistema de robo y chantaje.
En esencia, escupen al derecho natural de miles demillones de personas, la mayor parte de la humanidad, a la libertad y la justicia, a determinar su propio futuro. Ahorapasaron a una negación radical de la moral, la religión y lafamilia.
Vamos a responder nosotros mismos a algunas preguntasmuy sencillas. Ahora quiero volver a lo que he dicho, también quiero dirigirme a todos los ciudadanos rusos, nosolo a los colegas que están aquí sino también a todos losciudadanos rusos: ¿queremos que el padre número uno, elnúmero dos y el número tres sustituyan a la madre y elpadre en nuestro país, en Rusia? ¿Queremos que a losniños en nuestras escuelas desde la primaria se imponganlas perversiones que llevan a la degradación y a la extinción? ¿Queremos que se les enseñen que hay otrosgéneros además del masculino y el femenino y que se lesofrezcan una operación de cambio de sexo? ¿Es esto loque queremos para nuestro país y nuestros hijos? Todoesto es inaceptable para nosotros, tenemos otro futuro,nuestro propio futuro.
Repito, la dictadura de las élites occidentales está dirigidacontra todas las sociedades, incluidos los propios pueblosde los países occidentales. Es un desafío para todos. Estanegación total del ser humano, la destrucción de la fe y delos valores tradicionales, la supresión de la libertadadquiere las características de una religión al revés, elsatanismo puro y duro. En el Sermón de la Montaña, Jesús,denunciando a los falsos profetas dijo: "Por sus frutos los conoceréis". Y estos frutos venenosos ya son evidentespara la gente, no solo en nuestro país sino en todos lospaíses, incluyendo a muchas personas en el propioOccidente.
El mundo ha entrado en una etapa de transformaciones revolucionarias que tienen carácter fundamental. Se estánformando nuevos centros de desarrollo que representan ala mayor parte, es importante, a la mayor parte de lacomunidad europea. Están dispuestos no solo anunciar susintereses, sino defenderlos. Perciben el mundo multipolarcomo una posibilidad de reforzar su soberanía y, por lotanto, de adquirir verdadera libertad, perspectiva histórica,el derecho a un desarrollo independiente, creativo,auténtico, a un proceso armonioso.
En todo el mundo, también en Europa y en EEUU, como yahe dicho, contamos con mucha gente que nos apoya, es unapoyo que sentimos. En los más diversos países y sociedades ya está en marcha un movimiento de carácterlibertador, anticolonial, dirigido contra la hegemoníaunipolar. Su intensidad irá en aumento. Y será esta lafuerza que determinará la futura realidad geopolítica.
¡Estimados amigos!
Hoy estamos luchando por un camino justo y libre, enprimer lugar, para nosotros mismos, para Rusia. Estamosluchando para que la dictadura y el despotismo se quedenpara siempre en el pasado. Estoy convencido de que lospaíses y los pueblos entienden que la política basada en laexclusividad de quien sea, la política orientada a suprimirotras culturas y pueblos es de naturaleza criminal y quehemos de pasar esta vergonzosa página. Elquebrantamiento en marcha de la hegemonía occidental esirreversible. Insisto en que ya no se vivirá como antes.
El campo de batalla, al cual nos condujo el destino y laHistoria, es el campo, donde luchamos por nuestro pueblo,por una gran Rusia histórica. Por una gran Rusia histórica,por las futuras generaciones, por nuestros hijos, nietos y bisnietos. Hemos de defenderles de la esclavitud, de losmonstruosos experimentos dirigidos a mutilar su concienciay su alma.
Hoy luchamos, para que a nadie nunca se le ocurra que sepuede tachar a Rusia, a nuestro pueblo, nuestra lengua, nuestra cultura, a tachar todo esto de la Historia. Hoynecesitamos consolidar a toda la sociedad y la base de estaunión solo puede ser la soberanía, la libertad, la actitudconstructiva, la justicia. Nuestros valores son el amor por elprójimo, la misericordia y la compasión.
Me gustaría concluir mi discurso con las palabras delverdadero patriota Iván Ilyín: "Si considero que mi Patria esRusia, quiere decir que amo, contemplo y pienso a la rusa, canto y hablo a la rusa, confío en las fuerzas espirituales demi pueblo. Su espíritu es mi espíritu, su destino, mi destino, sus sufrimientos, mi pesar, su florecimiento, mi alegría".
Estas palabras entrañan una gran elección espiritual quehicieron durante más de 1.000 años de la existencia de lEstado ruso muchas generaciones de nuestrosantepasados.
Hoy esta elección la hacemos nosotros, la han hecho los ciudadanos de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, los habitantes de las provincias de Zaporozhie y Jersón. Han elegido estar con su pueblo, con su Patria, de tener con ella un futuro común, de vencer junto con ella. ¡La verdad es nuestra, Rusia es nuestra!