El mediocampista se sintió mal en el minuto 31 y cayó al césped cerca del área de su equipo, cuando el balón estaba lejos del jugador.
Los servicios sanitarios del estadio Adriático de Pescara atendieron de inmediato al futbolista y le practicaron un masaje cardíaco con un desfibrilador para ser trasladado con posterioridad al centro médico.
Ya en el servicio de urgencias del hospital, los galenos pusieron en coma farmacológico a Morosini para aplicarle un estimulador externo, pero el centrocampista no rebasó el ataque y falleció pocos minutos