BCN INFORMA : POLÍTICA MONETARIA Y CAMBIARIA / JULIO 2025
El Banco Central de Nicaragua (BCN) publicó el “Informe de Política Monetaria y Cambiaria (IPOMC)”, en donde destaca que, durante el primer semestre de 2025, el escenario macroeconómico se mantiene con pocos cambios respecto al previsto, tanto en el IPOMC de enero de 2025 como en la nota sobre “Perspectivas Macroeconómicas 2025” de abril de 2025. Así, la economía nicaragüense mantuvo dinamismo, con una baja tasa de desempleo y estabilidad de precios expresada en una inflación reducida a niveles históricamente bajos.
En el entorno internacional, prevalecen las tensiones vinculadas a la incertidumbre generada por cambios en políticas arancelarias y a los riesgos de intensificación de los conflictos geopolíticos. En un contexto en que el establecimiento de altos aranceles agregue mayores presiones inflacionarias, es posible que la cautela prevaleciente en la flexibilización de la política monetaria global continúe, con implicaciones para el crecimiento y los costos de endeudamiento. No obstante, la economía nicaragüense está preparada para enfrentar choques del entorno internacional, considerando que se mantiene respaldada por políticas macroeconómicas adecuadas.
En el ámbito de la actividad económica doméstica, el Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) de mayo de 2025, muestra que esta creció 2.9 por ciento en términos acumulados, reflejándose un mayor dinamismo en las actividades de servicios, pecuario y agricultura. Por el lado del gasto, el Producto Interno Bruto (PIB) al primer trimestre de 2025 muestra que el crecimiento ha sido determinado por la absorción interna, compensando la disminución de la demanda externa neta. El mercado laboral, por su parte, presenta una baja tasa de desempleo, aumento del empleo formal y mejora de los salarios reales.
A su vez, la inflación doméstica se ha reducido, ubicándose en 0.89 por ciento en junio de 2025, siendo este el nivel más bajo en varios años, favorecida principalmente por las menores expectativas de inflación, menores presiones de precios internacionales, el deslizamiento cambiario de cero por ciento, la continuidad de los subsidios a bienes y servicios clave, el buen desempeño de la producción agropecuaria, y la implementación de políticas monetaria y fiscal equilibradas.
En cuanto a la balanza de pagos, se registró un superávit en la cuenta corriente durante el primer trimestre de 2025, como resultado principalmente del aumento de las exportaciones de mercancías, la recuperación de las exportaciones textiles de zona franca y la dinámica de los ingresos de remesas familiares. Por otra parte, los balances del sector público reflejan superávit después de donaciones a abril de 2025, lo que representa un continuo fortalecimiento de la posición fiscal, apoyado en el crecimiento de los ingresos tributarios y la gestión del gasto en correspondencia con la disponibilidad de recursos, los objetivos de acumular reservas financieras y la sostenibilidad de la deuda.
Por el lado de la política monetaria y cambiaria, las principales acciones del BCN en el primer semestre de 2025 estuvieron enfocadas en las decisiones respecto al deslizamiento cambiario, manteniéndose en cero por ciento; la Tasa de Referencia Monetaria (TRM), que se redujo a 6.25 por ciento; la facilitación de la gestión de liquidez del sistema financiero; y el objetivo de propiciar un mayor uso del córdoba. A su vez, las acciones de política monetaria del BCN y la coordinación con la política fiscal se reflejaron en el fortalecimiento de las Reservas Internacionales Brutas (RIB), aumentando la capacidad para resguardar el régimen cambiario vigente.
De acuerdo con los resultados observados en los principales indicadores económicos al primer semestre de 2025, los cuales han mostrado un desempeño positivo, el BCN ha modificado algunas de sus proyecciones respecto a las publicadas en las “Perspectivas Macroeconómicas 2025” de abril, aunque no se consideran cambios en la estimación del producto y el empleo.
Así, el BCN está proyectando que el crecimiento económico de 2025 se ubique en un rango de entre 3.0 y 4.0 por ciento. A su vez, se prevé que el empleo continúe estable, con una tasa de desempleo promedio de entre 3.0 y 3.5 por ciento en 2025. Por otra parte, se espera la continuidad en la estabilidad de precios, por lo que se estima que la inflación converja a un rango de entre 2.0 y 3.0 por ciento en 2025. Mientras que, por el lado del sector externo, se espera que la balanza de pagos presente un superávit de cuenta corriente de entre 4.5 y 5.5 por ciento del PIB en 2025.
En lo relativo a la TRM, el BCN considera que el nivel actual de 6.25 por ciento es consistente con los objetivos de crecimiento y de estabilidad de la intermediación financiera. No obstante, el BCN continuará conduciendo su política monetaria y cambiaria en correspondencia con las condiciones monetarias y financieras internas y externas, por tanto, podrá ajustar la TRM de manera oportuna en caso de ocurrir cambios en las condiciones globales y locales.
Finalmente, el IPOMC señala que, si bien las perspectivas para el año 2025 son favorables, persisten riesgos que podrían incidir negativamente sobre la evolución de variables económicas. Sin embargo, se considera que la economía nicaragüense ha desarrollado fortalezas que podrían mitigar dichos eventos, y puede incluso obtenerse un mayor crecimiento y empleo, y una menor inflación que la prevista.
Managua, 31 de julio de 2025