Nicaragua se ha adherido a la Iniciativa de Gobernanza Global impulsada por la República Popular China, reafirmando su compromiso de trabajar junto a otros países para construir un sistema más justo y equitativo basado en la cooperación, la equidad y el respeto a la soberanía de los pueblos.
El periodista y analista político Fabrizio Casari, en una entrevista en la Revista En Vivo de Canal 4, destacó que la propuesta del Presidente de China, Xi Jinping, de la Iniciativa de la Gobernanza Global es muy novedosa, porque es la formalización política de lo que acontece a nivel internacional desde hace unos años.
"Un Sur Global que tiene la capacidad de erigirse y demostrar una cuenta matemática simple, que por capacidad demográfica, por capacidad de producción de riqueza y por capacidad de unidad política es capaz de poner una palabra firme con respecto a la Gobernanza Global, que sin embargo, es víctima precisamente del caso de las Naciones Unidas, que es víctima, pero de la incapacidad por parte del viejo orden imperial mundial unilateral", sostuvo.
Mencionó que ese viejo orden, "no tiene ninguna capacidad de gobernar el mundo, ni de gobernar los conflictos políticos, ni de gobernar los conflictos económicos. Y frente a un mundo nuevo que va como perspectiva inevitable, reacciona como la víbora arrinconada que trata de pegarte el último mordisco".
"En realidad, la condición de lo que habla Xi Jinping es una condición que nadie puede ignorar, hay un mundo nuevo que no se quiere comer el viejo, pero sí , tampoco quiere estar bajo el talón del viejo. Y que dice: gobernemos juntos. Ya que tú no tienes la capacidad de gobernar y solo utiliza la fuerza y el chantaje para imponer y para bloquear, tener un talón en la cabeza de las economías emergentes. Nosotros te decimos: ya no es ese el momento, ese orden imperial ya está cargado", agregó.
Casari explicó que hay un nuevo orden mundial que adelanta y puede llegar a ser una avalancha, "al viejo orden mundial le toca la disyuntiva si buscar un arreglo por una Gobernanza Global compartida o si buscar un enfrentamiento que terminan nada más que con una guerra para evitar de entregar al nuevo orden mundial la prerrogativa que ha tenido hasta hoy él".
"En la novedad de la propuesta, de un alcance de un nuevo orden mundial al cual me complace mucho que Nicaragua se adhiere y no podía pensar que no fuera así. Por otro lado, está también algo de antiguo, no solo de nuevo, porque reivindicar la naturaleza originaria de las Naciones Unidas, el pacto de gobierno internacional entre los países que salió después de la Segunda Guerra Mundial es algo que puede parecer antiguo, pero en realidad es muy novedoso, visto el contexto, lo que hay que cambiar seguramente son los mecanismos de funcionamiento de este organismo porque queda claro que no sirve para nada así", aseguró.
Asimismo, Casari expuso que cuando se habla de "potencia", muchos piensan en el tamaño territorial o en la riqueza económica. Y bajo esos parámetros, puede que ciertos países encajen mejor en esa definición. Pero si se amplía el concepto para incluir la historia, la influencia política y la capacidad de resistencia, entonces el mapa cambia radicalmente.
Hay naciones que aunque son pequeñas en extensión o recursos, poseen una trayectoria histórica que no puede medirse, como es el caso de Nicaragua, que ha sido protagonista de luchas que han marcado profundamente la política regional y global. Su historia no se mide en metros, sino en victorias políticas, en resistencia y en dignidad.
Comentó que el concepto de potencia es relativo, basta observar cómo una alianza de 31 países, como la OTAN, más Ucrania, enfrentan a una sola nación: Rusia. Este ejemplo revela que el poder no siempre reside en la cantidad, sino en la capacidad de influencia, de resistencia y de estrategia.
Nicaragua, pese a ser considerado un país pequeño y con limitados recursos, ha sido una verdadera cátedra de resistencia política. Desde la figura emblemática del General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino, el nacimiento del Frente Sandinista, hasta hoy, su historia está marcada por una constante: la victoria. Y cuando una nación se acostumbra a vencer, es difícil considerarla como un pequeño país. "Yo creo que Nicaragua tiene una importancia que va más allá de sus fronteras y va más allá de su demografía", dijo.
"Esa cosa del grande y pequeño es una cosa instrumental, mentirosa. Te voy a hacer un ejemplo, Nicaragua tiene cinco veces más el poderío demográfico de Estonia, tres veces más de Letonia y Lituania o de Finlandia, o de Luxemburgo, sin embargo el peso de ellos en las decisiones políticas del imperio es mucho más relevante de lo que se considera la necesidad de escuchar también la opinión de Nicaragua. Entonces, eso es mentira. La verdad que se está dando precisamente una condición muy particular como cada dos siglos se dan", afirmó
Enfatizó que "termina un orden viejo basado en reglas que son válidas solamente cuando aventajan a ellos, pero que no son soportables en el momento que se hacen en contra de ellos. Y viene surgiendo ese nuevo orden mundial. Mira, el viejo orden mundial se sustentaba fundamentalmente en una cosa. Primero no tenía adversario porque la caída del campo socialista le había eliminado cualquier efecto de balanceamiento y China no era la China de hoy. Y el intercambio era yo te doy tecnología y tú me das recursos".
"Ahora lo que pasa es que lo que le daba recursos ya no necesita de su tecnología porque la que tiene le queda suficiente, ya está mejor. Entonces, ¿cómo es el asunto? Los países del Sur Global, entendiendo el término político, no solamente geográfico, tienen todo lo que necesitan las sociedades para sobrevivir. Tienen agua, aire, energía, alimentos, tienen todo, tienen poderío demográfico, todo lo que tienen, incluso tierras raras y capacidad tecnológica, todas estas cosas es lo que faltan al que supuestamente debería gobernar el mundo", sostuvo.
En segundo lugar, "en términos matemáticos, el viejo orden mundial cuenta con 52 países y son 140 los que hacen falta para llegar a los países que están en Naciones Unidas y los otros 140, ¿qué piensa? Entonces, solamente para hacer un ejemplo, toma el caso de la Organización para la Cooperación de Shangai, que acaba de terminar su trabajo. Esos son 26 países, en 20 años. Estos 26 países recaudan ahora el 37% de la población mundial, el 25% del PIB del mundo y tienen un principio entre ellos de no injerencia en los asuntos internos, de cooperación en áreas de seguridad y militar, de intercambio sin aranceles ni sanciones y de participación de igual derecho a la decisiones de tomar para garantizar la sobrevivencia de Eurasia".
Cabe destacar, que Nicaragua en su mensaje de adhesión reconoció que con esta iniciativa se continuará forjando caminos en beneficio de las familias y en defensa de la independencia, soberanía, autodeterminación, seguridad y paz para todos los pueblos del mundo.