El ministro secretario privado para Políticas Públicas de Nicaragua, Paul Oquist, presentó hoy detalles del proyecto de construcción del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua ante instituciones de la Unión Europea (UE) en Bruselas, donde buscó también apoyos privados.

"Hace falta no sólo voluntad política sino también recursos" para llevar a cabo este proyecto, centrado en que Nicaragua "salga de la pobreza" y logre la "independencia económica", declaró Oquist en una rueda de prensa en la capital belga.

Oquist se entrevistó con el director general para América del Servicio Europeo de Acción Exterior, Christian Leffler, con quien mantuvo una "buena conversación", según detalló el embajador nicaragüense en Bruselas, Lautaro Sandino, así como con diferentes funcionarios comunitarios responsables de áreas como desarrollo, transporte marítimo, industria, ambiente o crecimiento.

La visita de Oquist a Bélgica también incluye encuentros con miembros del Gobierno belga, como el secretario de Estado de Comercio Exterior, Pieter De Crem, y visitas a ciudades como Gante (oeste) o Amberes (norte), donde se encuentra unos de los puertos más importantes de Europa, así como una conferencia con empresarios.

El objetivo de esta visita es "presentar el conjunto de la idea a nuestros socios" en el marco de la nueva política comunitaria que combina "comercio y cooperación al desarrollo", recordó Sandino.

Así, apuntó que la UE ha designado para Nicaragua apoyos por valor de 204 millones de euros entre 2015 y 2020, y que ahora el país centroamericano espera contar con la "experiencia" de los países europeos sobre la gestión o el impacto medioambiental de este tipo de proyectos.

Nicaragua inició el pasado 22 de diciembre la construcción en una vía húmeda de 278 kilómetros de longitud al sur del país de un canal que una el mar Caribe y el océano Pacífico y que sea tres veces más grande que el de Panamá, junto con infraestructura y logística para el paso de los barcos más grandes del mundo.

"Se ha elegido la ruta que tenga el menor impacto medioambiental", aseguró Oquist, quien aseguró que el canal se abrirá paso por una vía que ya ha sufrido una degradación por la acción humana o de la naturaleza.

El ministro nicaragüense afirmó que van a contar con asesoramiento exterior de países como Dinamarca u Holanda, y que esperan tener también el respaldo de la UE a través del mencionado programa plurianual para 2015-2020 y "asistencia especializada" de los países europeos para desarrollar "altos estándares medioambientales y de responsabilidad social".

Admitió no obstante que "todos los grandes proyectos tienen un impacto ambiental", y que por eso hay que "atenuar" sus efectos.

El ministro se mostró confiado en lograr la meta que se han propuesto de concluir las obras en un plazo de "cinco años y no cincuenta", para lo que han habilitado una "ventanilla única" que proporcionará todos los permisos de construcción o medioambientales.

La inversión para este proyecto fue valorada en 50.000 millones de dólares (más de cuatro veces más que el PIB de Nicaragua, calculado en 12.000 millones) por el grupo chino HKND, concesionario de la construcción y administración, que además calcula que dará empleo a 50.000 personas, 25.000 de ellas nicaragüenses.

 

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