El Real Madrid ha decidido no celebrar la tradicional conferencia de prensa previa al partido el viernes en un intento aparente por apaciguar la guerra dialéctica entre el entrenador José Mourinho y los jugadores.
El equipo campeón de nueve copas de Europa visita el sábado al Espanyol y si pierde, el Barcelona conseguirá su cuarto título de Liga en cinco años.
Incluso si gana, el Barça sólo necesita dos puntos más para asegurarse el trofeo, que podría conseguir el domingo ante el Atlético de Madrid, que está en el tercer puesto.
Las críticas del técnico portugués hacia el capitán y guardameta Iker Casillas hace una semana, seguida de unas declaraciones del defensa Pepe en las que defendía a su compañero de equipo el sábado pasado, han sacado a la luz las divisiones en el vestuario.
El lunes, el presidente del club, Florentino Pérez, dio el inusual paso de tomar parte en el asunto e hizo un llamamiento a la unidad para las últimas tres semanas de la temporada, pero Mourinho ignoró su petición y habló contra Casillas y Pepe otra vez el martes.
La afición del Bernabéu aplaudió el nombre de Casillas cuando fue nombrado entre los suplentes por megafonía antes del partido ante elMálaga el miércoles, que los blancos ganaron por 6-2, mientras que el nombre de Mourinho fue recibido con silbidos y abucheos por una gran parte de la grada.
Después del partido, los internacionales españoles Xabi Alonso y Raúl Albiol pidieron unidad en el club antes de la final de Copa del Rey contra el Atlético de Madrid el 17 de mayo, que será la última oportunidad del equipo de levantar un trofeo importante esta temporada.
El futuro de Mourinho en la capital española, a pesar de tener contrato hasta 2016, ha sido objeto de multitud de especulaciones desde que el Real Madrid no consiguiera clasificarse para la final de la Liga de Campeones la semana pasada.
El portugués de 50 años ha hecho poco por acallar los rumores sobre su posible vuelta a su antiguo club, el Chelsea, mientras que sus ataques públicos a Casillas y Pepe han sido interpretados como una prueba más de que su tiempo en el Real Madrid está llegando a su fin.
"Quizás sea el momento de decir basta a todas las polémicas del míster, de Iker, de Pepe", dijo Sergio Ramos, segundo capitán del equipo, al canal de televisión La Sexta durante el Open de Madrid de Tenis el jueves.
"Es cuestión de pensar sólo en una final e intentar ganarla".
"Es el momento de dejarnos de polémicas y egos individuales y centrarnos en la unión del equipo, que es lo fundamental y lo que va a hacer posible la victoria", agregó.