Jiménez no ofreció resistencia alguna y antes del desenlace cayó de rodillas por un resbalón. González lo llevó contra las cuerdas donde le asestó un derechazo al rostro, y enseguida lo castigó con repetición de ganchos de izquierda al hígado sin aparente daño al de Mexicali, quien se hincó y no quiso levantarse ante la exigencia de su propia esquina que le gritaba se levantara.
La Comisión de Box de Culiacán y la empresa Zanfer retuvieron el sueldo íntegro a Jiménez por el deplorable espectáculo que presentó ante González.