La miseria es la estrechez, la penuria, la pobreza muy acentuada y quien la padece es quien sufre todo tipo de privaciones y limitaciones; es no contar con los recursos necesarios para satisfacer las necesidades materiales más básicas.
El silencio o la inacción de los organismos de “justicia internacional” ante el genocidio sionazi, es un indicador de la guerra mundial en que estamos, guerra en la que los poderosos batallan para que la Historia detenga su cambio y vuelva al siglo XIX.
La tecnología aplicada en las redes sociales nos permite a todos tener los espacios que queramos en tanto no molestemos a sus raros algoritmos que reaccionan enfadados contra todo aquello que huela a crítica contra la llamada “democracia occidental”.
Como todas las facetas y procesos en las vidas de las personas la convivencia necesita del aprendizaje, es decir necesitamos educarnos para poder convivir y eso es algo, que antes que todo, tenemos que aplicar a la sociedad que conforma el planeta.
Nail Giladi, judío iraquí, en 1950 pasó a formar parte del servicio secreto israelí, el Mossad, pero llegó un momento en que decidió abandonar semejante tarea y marcharse de “israel”, emigró a EEUU.
Este 8 de marzo es un día no de celebración, sino de conmemoración. No es de felicitación es de respeto. No es de feminismo, no es de la lucha de las mujeres contra los hombres, es de igualdad, de equidad, de reconocimiento y de nobleza.
Hay dos caras principales a las múltiples iniciativas de la integración económica en marcha en el mundo mayoritario. Por un lado constituyen mecanismos del reconocimiento de la centralidad de la paz, el respeto mutuo y la cooperación de buena fe.