Las y los nicaragüenses somos gentes de mucho ingenio, laboriosos y progresistas. Amamos la paz y, cuando la hemos tenido, la hemos aprovechado para desarrollar lo mejor de nosotros y para compartir con el mundo en hermandad.
La recreación de Belén, que se aprecia en todas las ciudades de Nicaragua, desde la Avenida Bolívar hasta el Malecón de San Carlos, Río San Juan, pasando por muchos hogares, evidencia el frescor de nuestras raíces judeocristianas.
Hay muchas manifestaciones por las cuales podemos percibir en Nicaragua las bendiciones de Dios, y unas contadas y específicas para saber de dónde salen las maldiciones que una minoría lanza contra su propio país.
La modernidad de los pesebres luminosos de hoy trastoca con la sencillez aldeana del pesebre donde nació Jesús El Salvador del mundo en aquella ciudad de Belén, enclavada en los montes de Judea en la región conocida como Cisjordania a 9 km de Jerusalén.
En estos días, los países de Centroamérica se enfrentan sin fusiles, ni cañones, ni aviones de combate. Las “trincheras” son el Complejo de Piscinas Olímpicas Michele Richardson, el ring, las canchas, el campo, el Estadio Nacional Dennis Martínez.
Michele Richardson, cuyo nombre encabezó las páginas deportivas y se lee en sus documentos personales, ahora extenderá su hazaña a la gloria permanente de rubricar el complejo de piscinas olímpicas que alguna vez se hayan construidos en Nicaragua