CONDENADOS POR LA HISTORIA:

Por: Carlos Alberto Escorcia Polanco

(Primer Parte)

 

A juzgar por las últimas, patéticas y amargas declaraciones de varios voceros de los mercenarios golpistas, expresadas en audios, videos y opiniones editoriales, la oposición antisandinista se encuentra en un verdadero callejón sin salida.

En 1856, los invasores estadounidenses fueron condenados por la historia en la hacienda de San Jacinto, bajo la piedra certera de Andrés Castro, asunto al cual jamás se refieren los mercenarios contemporáneos. 

En 1934, los mismos invasores, esta vez bajo el manto de los “marines” fueron condenados por la historia y derrotados por el más ilustre de todos los nicaragüenses, Augusto Cesar Sandino.

En 1979, el ultimo “marine”, Anastasio Somoza Debayle y su Guardia Nacional, fueron fulminados por la historia, luego de ser derrotados por el pueblo de Nicaragua, vanguardizado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN. 

En 1986, Estados Unidos fue condenado por la historia en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Holanda y la Contra jamás marchó triunfante sobre Managua, como se lo habían prometido al agente de la CIA y gerente de la Coca Cola en Managua, Adolfo Calero Portocarrero, primo de la mujer de Somoza

En 2018, intentaron dar un golpe de estado contra el poder popular y pretendieron imponer por medio de la violencia un gobierno no electo por el pueblo y por lo tantono salidode las urnas. El director de orquesta de dicho “concierto” era el falso profeta Rolando Álvarez, pero, no pudieron, ni podrán. 

En un análisis a vuelo de pájaro, sería fácil y simplista concluir que el problema de fondo de la oposición mercenaria es un conflicto de personalidades y de hombres inmaduros que no aceptan ser segundos de nadie, con un ego más inflado que la catedral de Managua. 

De hecho, fue precisamente en un memo interno de la embajada de Estados Unidos en Managua, filtrado a la prensa internacional, durante la visita en noviembre de 2003, del general negro y secretario de estado Colin Powell, un anónimo funcionario estadounidense se expresa de la manera más despectiva posible de los políticos y funcionarios del gobierno de Enrique Bolaños Geyer

El memo de la embajada estadounidense en Managua describía con lujo de detalles y con muy poca diplomacia, hasta la manera de vestirse de los antisandinistas, con camisas polo y sus preferencias gastronómicas en la cadena estadounidense de restaurantes “Thank God IsFriday” (TGIF), en Managua. 

Personalmente creo que la arrogancia de la oligarquía blancoide se les nota hasta en el “caminadito”, y su repugnante desprecio por los humildes se les sale hasta por los poros, pero no es en esos detalles que baso mi análisis. 

Es verdad que la arrogancia y prepotencia, típicas de todo individuo formado en universidades capitalistas donde aprenden a competir y no a cooperar, donde aprenden a ser individualistas y a no ser solidarios, donde la democracia no significa poder del pueblo, sino la maximización de las ganancias de capital y muchísimos otros antivalores, son las causas de muchos de sus problemas, pero, aunque si son muy, pero muy farsantes, la realidad es que este no es el verdadero problema.

El problema de la oposición antisandinista es muchísimo más serio que el caminadito de “jailay” que se gastan. Es muchísimo más grave que andar luciendo camisas Polo o cenando en la cadena de restaurantes TGIF. El problema de la Oligarquía blancoide y la Burguesía chapiolla es más grave que tener un insoportable ego inflado.  

El gravísimo problema que enfrentan y para el cual no existe cura, es que están condenados por la historia desde su nacimiento, igual a como lo estuvo la dictadura militar somocista, a terminar en el basurero de la historia. 

Ambos accidentes de la historia provienen de un mismo tronco común. Ambos fueron paridos por la misma bestia y se amamantaron de sus mismas tetas. 

Salvando las distancias de diferencias políticas, históricas y contextuales, que no son muchas, la actual oposición antisandinista, es una copia carbón (copiar y pegar) de la tiranía somocista. La dinastía Chamorrista es la heredera histórica de la tiranía somocista.

Los golpistas poseen 2 gravísimos y serios defectos de fábrica al igual que los tuvo la sangrienta tiranía de la familia Somoza. Ambos grupos son zorros del mismo piñal, son engendros del mismo padre, son imagen y semejanza el uno del otro, carentes totalmente de toda libre determinación, porque no se mandan solos.

El primer defecto de fábrica o defecto de nacimiento es que por mucho que hablen y vociferen sobre la libertad y la democracia, ni son libres, mucho menos demócratas. No son libres, ni soberanos, porque dependen totalmentede una potencia extranjera la cual los financia, los sustenta y los dirige y quien paga la orquesta, escoge la música. 

Son simples empleados tarifados del imperialismonorteamericano, exactamente igual a la sangrienta tiranía Somocista. Son simples mercenarios de un país en el cual no nacieron, pero ante el cual se cuadran y ante el cual son peones agachados.

En sus “análisis” y consideraciones políticas e ideológicas, jamás toman en cuenta los intereses del pueblo al cual pertenecieron por simple accidente biológico de nacimiento. Viven pendientes de los peligros que para la seguridad nacional de la potencia más grande del planeta representa la pequeña Nicaragua.

Washingtólogos” les dice el distinguido periodista Adolfo Pastrán Arancibia, director del informativo INFORME PASTRAN. Saben interpretarmuy bien el pensamiento de los senadores Demócratas y Republicanos, en Washington, pero no tienen ni idea, ni les interesa tenerla, de cuáles son los sueños y aspiraciones de las clases humildes y empobrecidas de Nicaragua.  

El segundo gran defecto de nacimiento, está íntimamente ligado al primer defecto. Me voy a permitir tomar prestada la frase del académico de Harvard, Arturo Cruz Sequeira y decir que el segundo defecto se llama “legitimidad de origen”.

Les encanta hablar de Democracia y de elecciones,pero su origen no emana en lo absoluto del pueblo de Nicaragua sino de los Estados Unidos de América.

Estados Unidos les paga, Estados Unidos los escoge, Estados Unidos le ordena lo que deben decir y hacer, Estados Unidos decide cuál de ellos seráel ungido como candidato para la presidencia, lo cual explica el pleito de “queridas de harén de turco”, en el cual están y siempre han estado enzarzados.

Es precisamente esa falta de legitimidad de origen, la cual no proviene del pueblo de Nicaragua, ya que nadie los ha elegido en Nicaragua, lo que los deslegitimiza ante los ojos del pueblo. 

Al primer Somoza, Anastasio Somoza García, lo escogieron los yanques. A la familia Chamorro también la han escogido los yanques, esa es su legitimidad de origen. 

El pueblo no es tonto y el pueblo sabe que al igual que el somocismo, la actual oposición anti-Sandinista es una criatura del imperialismo que se ha querido imponer por medio de la violencia y no por los votos, como se demostró con el golpe de estado fallido de abril de 2018. 

Entonces, la falta de libertad que sufren, porque ellos mismos no son libres, es su primer y mayor defecto. Y como dos caras de una misma moneda, la ilegitimidad de origen consiste en ser peones y mercenarios del imperialismo norteamericano y eso el pueblo nicaragüense, lo sabe perfectamente bien.

La oposición mercenaria, tendría que reinventarse a simisma, volver a nacer para superar esos dos gravísimos defectos de fábrica o defectos de nacimiento. El ser una creación y una imposición de los Estados Unidos, los hace aparecer ante los ojos del pueblo, que nacieron con las patas hinchadas.

El triunfo de doña Violeta sobre el FSLN durante las elecciones presidenciales del 25 de Febrero de 1990, se da en circunstancias dramáticas y trágicas a la vez. Por una parte, la Unión Nacional Opositora, UNO, gana la presidencia, sin estar lista para gobernar y el FSLN, como en Pancasán, experimenta su primer revés electoral, pero lo transforma en victoria al comenzar a “gobernar desde abajo”.

El FSLN demostró ser el primer partido político en toda la historia de Nicaragua en celebrar elecciones desde el poder, perderlas, aun pudiendorobárselas, y entregar el poder a sus opositores. La Revolución demostró a partir de 1990 que tenía la capacidad política de sobrevivir, fuera del poder, al tener la habilidad de “gobernar desde abajo”.

El ex miembro del directorio de la Contra y exsacerdote jesuita, el mismo que expulsó de la extinta UCA a Casimiro Sotelo por revoltoso, Edgar Chamorro Coronel, en declaraciones a la televisión estadounidense, dijo que en las elecciones de 1990, “el pueblo nicaragüense fue a las urnas con una pistola apuntándole a la sien”.

Semanas antes de las elecciones presidenciales del 25 de febrero de 1990, el propio presidente de los Estados Unidos, George Bush padre, en un abierto e ilegal chantaje a los nicaragüenses, prácticamente amenazó a los votantes.  

Según Bush, si el pueblo votaba por el presidente Daniel Ortega, Estados Unidos continuaría financiando a la Contra, la guerra y el bloqueo financiero y comercial continuarían y las madres seguirían enterrando y llorando a sus hijos, muertos en la flor de sus vidas, en los frentes de guerra.

Por el contrario, si el pueblo votaba por la ungida de Washington, Violeta Barrios viuda de Chamorro, Estados Unidos suspendería totalmentesu apoyo a la Contra, la guerra llegaría a su fin, vendría la paz y el Imperialismo le daría al nuevo régimen todos los préstamos necesarios para reconstruir el país. Lo que no dijo Bush que para otorgarles un préstamo de $1,000 millones de dólares, pediría a cambio, Nicaragua le perdonara $17,000 millones de dólares.

La mañana del 26 de febrero, Managua parecía un gigantesco cementerio. El imperialismo norteamericano había logrado doblarle el brazo a un 55% del pueblo, que votó por la candidata de Bush. Un pueblo avergonzado de sí mismo, no salió a bailar por las calles de Managua a celebrar la impactante victoria de la traición, el chantaje y la ignominia. 

La gran ironía política de los últimos 33 años ocurrió cuando la Unión Nacional Opositora, UNO, comenzó a desintegrarse aun desde antes que doña Violeta tomara el poder el 25 de abril de 1990. 

Inmediatamente que triunfaron en las elecciones del 25 de febrero, comenzó el pleito de perros y gatos por la repartición de los ministerios y la UNO inició el proceso de desgrane que persiste hasta hoy.

Antonio Lacayo Oyanguren, el presidente “de facto” en el gobierno de doña Violeta, no era ningún santo de mi devoción, pero el tipo se enfrentó a un doble desafío. Por un lado, se enfrentó a una violenta UNO que le clavó sus afilados colmillos en el pescuezo al gobierno de Chamorro, para chuparle hasta la última gota de sangre.

Pero por otro lado Lacayo Oyanguren se enfrentó a un expresidente Ortega decidido no tanto "a gobernar desde abajo”, sino a defender a las viudas, las madres y los huérfanos de los héroes y mártires a quienes el gobierno Sandinista les había entregado viviendas, previamente confiscadas a la genocida guardia somocista. 

El sector fascista de la extrema derecha de la UNO pidió la cabeza de doña Violeta, pero fue la gran fuerza y estabilidad política del ejército y del FSLN, lo que permitió doña Violeta sobreviviera un golpe de estado lidereado por el vicepresidente sin funciones, Virgilio Godoy Reyes. El entonces operador político de Arnoldo Alemán, Wilfredo Navarro Moreira, dijo que había que terminar con “el pacto Chamorro-Ortega” (El País, 7 de enero de 1993). 

El instinto de león de caza africano, por devorar a sus enemigos que siempre caracterizó a todos los miembros de la UNO, se mantuvo durante todos los 17 años de ridícula “economía social de mercado” de las paralelas históricas timbuco-calandracas.

Siempre tuvieron la desfachatez de recurrir al FSLN, haciendo gala de su cínico oportunismo político y de sus felinos instintos, para que este les ayudara a derrocar a todos los tres gobiernos Lacayo Arnoldo Churuco Somocistas. 

El FSLN jamás se prestó al irresponsable juego golpista de estos leoncillos africanos de caza y atentar contra la democracia que parió la misma Revolución, aun estando estasecuestrada por los enemigos mortales de la Democracia, los agentes al servicio de una potencia extranjera.

Recuerdo cuando en un encuentro del Foro de Sao Paulo en Managua, el comandante Ortega, relató a los presentes, como el presidente Enrique Bolaños le pidió ayuda para someter al expresidente Arnoldo Alemán.  

Según relató el comandante Ortega, el Churuco Bolaños lo llamó y le preguntó: “Daniel, que hacemos con este gordo” ante la sonora carcajada de todos los invitados internacionales del Foro de Sao Paulo, reunidos en un hotel de Managua.

La única organización política en el país con la fuerza suficiente como para dar un golpe de estado es el FSLN.  Sin embargo, jamás ha usado este poder, ni ha caído en la tentación de forzar un cambio de gobierno, que no sea producto de la legítimavoluntad popular expresada en las urnas.

Así, el FSLN se opuso a los intentos golpistas contra doña Violeta, contra Arnoldo Alemán y contra Enrique Bolaños Geyer. Por increíble que parezca a quien más le interesaba mantener la estabilidad democrática era al FSLN. Por muy defectuosa que haya sido esta democracia, era la criatura parida por la Revolución.

Durante 17 años de “esa entelequia llamada mercado libre” los 3 regímenes capitalistas o neoliberales, se dedicaron a saquear al país y a enriquecerse. Se dió una serie de quiebras de bancos, se suspendió el vaso de leche a los niños en las escuelas. Le negaron el 6% presupuestario a las universidades a pesar de ser precepto constitucional.

Doña Violeta, vendió el ferrocarril, vendió AERONICA a precio de guate mojado y le perdonó a Estados Unidos, la astronómica suma de 17 mil millones de dólares, patrimonio de todos los nicaragüenses, multa impuesta a Estados Unidos por sentencia de la Corte Internacional de Justicia. Doña Violeta ni se molestó en consultar al pueblo, como si ese patrimonio fuera exclusivo de ella y no de todo el pueblo.

Los indicadores sociales revelaron que el retorno de los brujos en 1990 y de los Miami Boys (ex oficiales de la G.N. somocista) tenía un elevado costo para el pueblo nicaragüense. El índice de analfabetismo se disparó y volvió a los niveles de la época de la dictadura somocista; el desempleo, la migración, la prostitución y la delincuencia se dispararon y Nicaragua se convirtió en un estado fallido. 

Cuando el FSLN entregó el poder a doña Violeta en 1990, la clasificación de Nicaragua según el Índice de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD), estaba en la posición número 60. Al final del periodo presidencial de doña Violeta, la clasificación del PNUD ubicaba a Nicaragua en la posición número 109.

Según el sistema de clasificación del Índice de Desarrollo Humano del PNUD, mientras más cerca del primer lugar de la clasificación, se posiciona un país, mejor el puntaje.  Mientras más alta la posición de la clasificación, más malo el puntaje.

Durante 3 elecciones presidenciales continuas, a partir de 1990, fueron a los comicios unidos, como un solo bloque. Las 3 veces ganaron, bajo un Consejo Supremo Electoral dominado por el FSLN. Pero en 2006, parpadearon, se dividieron, fueron en planchas separadas y perdieron.  CONTINUARA: 

Mañana, El embajador de Estados Unidos interviene abiertamente para garantizar el triunfo de Arnoldo Alemán y la derrota del FSLN. -

[Carlos Alberto EscorciaPolanco es analista político nicaragüense, afincado en la ciudad de Los Ángeles, California. Fue secretario nacional de la denominación evangélica Asambleas de Dios en la década de los 80s.

Escorcia fue expulsado de las Asambleas de Dios y encarcelado por Sandinista. Se vió obligado a auto exiliarse en Estados Unidos por el constante acoso policial, instigado en su contra por Saturnino Cerrato Hodgson, por sus simpatías Sandinistas. 

Escorcia ha sido contribuyente ocasional de la página editorial del diario La Opinión de Los Ángeles, el diario en español de mayor circulación en todos los Estados Unidos. 

También ha sido comentarista invitado de la emisora comunitaria KPFK de Hollywood, California, la emisora en FM de mayor potencia en toda la costa oeste de los Estados Unidos, al oeste del rio Mississippi. Escorciatrabajó por 25 años como intérprete bilingüe para el Tribunal Superior de Los Ángeles. 

Actualmente se encuentra jubilado, con planes de retornar a Nicaragua e impartir seminarios de formación política-ideológica a la juventud nicaragüense].

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