El Ministerio de Salud de Nicaragua dirigió este martes brigadas al barrio San José Oriental de Managua, para dar continuidad a la tercera jornada de acción integral contra el mosquito transmisor del dengue, zika y chikungunya.
Según el doctor Byron Saldaña, director del Centro de Salud Francisco Buitrago, la meta del día fue intervenir más de 1 mil 300 viviendas para mantener el control de los criaderos de mosquitos y reducir el riesgo de contagios.
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“Nosotros siempre hemos insistido y seguiremos insistiendo en que una gran parte de la responsabilidad es de la familia. La primera responsabilidad es tener la confianza y dejar entrar a los brigadistas que nosotros desplegamos en el territorio”, afirmó Saldaña, destacando la necesidad de la colaboración comunitaria.
El doctor explicó que es fundamental que las familias participen activamente en la jornada, observando y siguiendo las recomendaciones de los brigadistas. “Es importante que las familias vean lo que ellos hacen, que los acompañen, que escuchen lo que tienen que decir y que vean la práctica que se hace para luchar contra los criaderos”, enfatizó.
Entre las medidas preventivas, Saldaña mencionó el uso del abate en los recipientes de agua, resaltando que su efectividad puede extenderse hasta por dos meses.
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“En esos recipientes nuestros, vamos a sacar la bolsita, vaciamos nuestro recipiente, lo volvemos a llenar de agua y volvemos a aplicar la bolsita, y sigue siendo efectiva”, explicó. También alertó sobre la necesidad de mantener limpios otros espacios como canaletas y depósitos de agua para animales, ya que “todos esos lugares el mosquito los aprovecha”.
El doctor Saldaña subrayó que la fumigación es clave para eliminar los mosquitos adultos, pero advirtió que su efectividad depende de que la población permita el acceso de los equipos de fumigación a sus hogares. “Si nosotros dejamos muchas viviendas cerradas o renuentes a la fumigación, el trabajo no va a ser efectivo, porque van a quedar mosquitos volando, que son los que nos van a picar e infectar con enfermedades”, concluyó.
Para el ciudadano Mauricio Antonio Altamirano, estas acciones son importantes y necesarias a desarrollar a diario y solo son posibles con un gobierno que demuestra interés legítimo en el pueblo.
“Los programas que tiene nuestro Gobierno son efectivos. Yo tengo 70 años casi y he vivido tiempos malos en Nicaragua. Antes de la Revolución la gente se moría de dengue y malaria. Yo creo que el Gobierno Sandinista ha sido una bendición de Dios. Por eso digo que estas jornadas de vacunación y fumigación hacen que el pueblo se sienta liberado de estas epidemias”, aseguró.