Las sanciones occidentales han devenido en una suerte de bumerán con capacidad de revertirse a los sancionadores, al tiempo que han impulsado una transformación global que apunta hacia una reconfiguración de un nuevo modelo de desarrollo global robusto ante las manipulaciones políticas. 

Una prueba de esto es Rusia, cuyo colapso económico ha sido vaticinado en varias ocasiones durante los últimos años sin que ello haya acabado por concretarse, pese a las duras penalizaciones impuestas por Occidente. 

Desde otro costado, los países del Sur, amplia mayoría en el concierto de las naciones, han apostado por relaciones donde no se les impongan condiciones inaceptables de tintes neocolonialistas, orientadas al despojo de recursos y a la sumisión política.

En conversación con Javier Rodríguez Carrasco para El Zoom, Laureano Ortega Murillo, asesor para Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional de la Presidencia de Nicaragua, aseguró que tales prácticas injustas aún tienen lugar en razón de la "mentalidad esclavista que perdura en EE.UU." que, a su vez, es herencia europea.

"EE.UU. está conformado por inmigrantes europeos que eran esclavistas. Y han mantenido esa visión del mundo, esa ideología, y está ahí presente en todas estas nuevas políticas que está implementando el presidente de EE.UU. [Donald Trump] en contra de los inmigrantes", argumentó el funcionario nicaragüense. 

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