Con motivo de sus cinco décadas de incansable labor en la preservación y promoción de las tradiciones nicaragüenses, el Gobierno de Nicaragua, por medio del Instituto de las Culturas de Pueblos y Juventudes y el Teatro Nacional Rubén Darío, ofreció un emotivo homenaje al maestro Wilmor López, destacando su legado en el ámbito cultural y artístico del país.
Durante el acto, se resaltó la trayectoria del maestro como investigador, promotor y defensor de las tradiciones nicaragüenses, cuyo trabajo ha contribuido a la preservación de la identidad cultural del país.
“La trayectoria de Wilmor López en este país se traduce a 50 años de labor incansable, de recopilación, recoger cada paso cultural del pueblo de Nicaragua y transmitirlo, eso en 50 años es una labor muy importante", expresó Donaldo Aguirre, subdirector del TNRD.
"Nuestro gobierno reconoce en él a uno de los personajes importantes de la cultura nicaragüense que trasciende y es un puente entre las generaciones anteriores con las nuevas generaciones en el sentido de transmitir conocimiento, tradición y bagaje cultural de nuestro país. Es un recopilador del folklore, de la identidad nacional, del ser nicaragüense y en este mes de la patria la labor de Wilmor se agiganta”, puntualizó.
Para el maestro Wilmor López, este homenaje es una muestra más del respaldo del Gobierno Sandinista al arte, al rescate de la identidad nacional, labor que ha desempeñado desde hace 50 años y que le ha permitido crear una memoria histórica.
“Es un honor para mí llegar a los 50 años de trayectoria cultural y tengo que agradecer a mi ascendencia y descendencia, a mis padres y a mis hijos, porque este es un trabajo de sacrificio, de cultura, entrega", expresó.
"También agradezco al gobierno revolucionario que me ha apoyado, tenemos a dos Copresidentes que también son mecenas del arte y ellos me han respaldado y este es un trabajo que se hace por amor a la patria, desde 1975 que inicié en radio y he ido caminando en televisión, prensa escrita, libros y sigo adelante y esto sucede porque hay una Revolución y la cultura es un eje fundamental de desarrollo porque fortalece la identidad”, añadió.
López propuso que “la juventud es la que debe recoger como una antorcha, como una estafeta el trabajo cultural y no embeberse en ritmos lejanos, deben de buscar, investigar, leer y en este mes de septiembre es una gran oportunidad de conocer la historia y apropiarnos de ella, el llamado a la juventud, a estar al frente con la cultura que es símbolo de la Revolución”.
Las autoridades reconocen en la labor de López, un rol fundamental que ha permitido a lo largo de cinco décadas el impulso de espacios de formación y difusión del folklore nicaragüense.
“Es un orgullo otorgar este reconocimiento al compañero Wilmor López por el trabajo que ha realizado en la recopilación e investigación de todas nuestras tradiciones, de toda esa riqueza cultural que tiene nuestro país”, añadió Ana María de la Rocha, directora nacional de Museos de Nicaragua.
El homenaje incluyó presentaciones artísticas y el reconocimiento a la pasión y entrega del maestro, considerado un referente en la promoción del arte y las raíces nacionales.
Wilmor López ha dedicado su vida profesional a la investigación y difusión de la cultura criolla nicaragüense. Su trayectoria comenzó a mediados de la década de los años 70 en un programa radial de música nacional, espacio que por su contenido comprometido con la identidad popular, fue objeto de amenazas y censura por parte del régimen somocista.
Durante la década de los años ochenta, con apoyo del Gobierno Revolucionario, López consolidó un profundo y envidiable conocimiento del folclore nacional, dirigiendo exitosos programas radiales y televisivos centrados en la cultura del pueblo nicaragüense.
Reicientemente lideró el lanzamiento de obras como Nicaragua, Fuerza de Identidad y Tradición, un libro fotográfico que recorre distintas expresiones folclóricas visuales del país
López concibe la cultura como un universo integral que abarca no solo las expresiones tangibles como la música, el baile y las artes, sino también las costumbres, leyendas, la gastronomía, las tradiciones orales y la identidad regional. Para él, la educación popular es un pilar esencial en la preservación y transmisión de esta identidad colectiva.