Hay datos que terminan empalmados con el mito. Tanto que no se sabe distinguir dónde acaba el registro de un evento geológico y dónde empiezan las creencias.
El 9 de diciembre de 1893, hace ciento treinta años, nació Alfonso Cortés en León de Nicaragua. Yo le conocí el jueves 4 de noviembre de 1965 en su casa de habitación.
La literatura clásica occidental identificaba la hipocresía y la vanidad como las fuentes fundamentales de lo ridículo y lo absurdo, porque las personas hipócritas y vanidosas fingen ser algo diferente o mejor de lo que son en realidad.
Una cosa es hacer política y otra hacer politiquería. La política es arte, es ciencia, es encontrar salidas a los tranques, soluciones a los problemas, es ser tan pragmáticos como tener los pies bien puestos en la tierra para no perder el norte.
Desde el revólver del llamado Oeste “americano” hasta el botón nuclear de esos a los que representa el delirante Biden, todo el tiempo que lleva existiendo EEUU lo ha hecho subido a los instrumentos de guerra, armas y más armas hasta poner en peligro.
Saludo los tiempos profundamente espirituales que comenzamos a vivir en esta Navidad teniendo como antesala la devoción Mariana que como país no solo nos caracteriza.