La Asamblea Nacional aprobó la Iniciativa de Decreto Legislativo de aprobación del Acuerdo entre la República de Nicaragua y la Federación de Rusia sobre la protección recíproca de los ciudadanos contra los abusos en el ámbito de la justicia internacional, con la finalidad de proteger y garantizar sus derechos y libertades.

A través del acuerdo, ambas naciones asumen el compromiso de abstenerse a intervenir en los asuntos soberanos de la otra parte mediante el uso de la justicia penal internacional, nacional o ayudando a una tercera parte en el uso de la justicia penal internacional o nacional.

“Reflejamos el compromiso del Estado nicaragüense con la dignidad humana, la paz verdadera y el respeto mutuo entre los pueblos, la aprobación legislativa de este acuerdo entre Nicaragua y la Federación de Rusia sobre esta protección recíproca de los ciudadanos es un acto de responsabilidad histórico, es una declaración firme que los derechos humanos no pueden ser condicionados, manipulados, ni utilizados como armas políticas porque en el mundo de hoy donde se habla de justicia, somos testigos de cómo ciertas estructuras de poder internacional han desvirtuado su propósito inicial, se proclama la defensa de los derechos humanos, pero se practica la selectividad, se invoca a la paz, pero se aplican mecanismos de persecución geopolítica y crímenes que quedan en la impunidad”, refirió el diputado Filiberto Rodríguez.

El acuerdo garantiza a su vez una especial protección a personas que en ambos países se han destacado en la promoción de la paz, la justicia, el bienestar de las familias y comunidades, promueve que la justicia internacional sea llevada a efecto ajustándose los principios de imparcialidad, respeto al derecho internacional a la dignidad humana y al Estado de derecho de los miembros de la Comunidad Internacional.

“Este acuerdo internacional firmado con la Federación de Rusia, un país hermano, es sumamente valioso porque se profundizan las relaciones internacionales de nuestro gobierno, no es un compromiso bilateral más, es una declaración firme de principios, un gesto de soberanía compartida y una estrategia clara de defensa ante la realidad internacional que está marcada por la instrumentalización política de países hegemónicos. Nicaragua como estado soberano y miembro activo de la Comunidad Internacional ha sostenido en todos los foros multilaterales que la paz duradera y la cooperación internacional deben estar fundamentadas en el respeto mutuo, la no injerencia y el principio de autodeterminación de los pueblos”, concluyó Iris Montenegro.

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