La Asamblea Nacional de la República de Nicaragua rindió un solemne homenaje al poeta y héroe nacional Rigoberto López Pérez, al conmemorarse, el pasado 21 de septiembre, el 69 aniversario de su tránsito a la inmortalidad.
A través de la diputada del Frente Sandinista de Liberación Nacional, compañera Rosa Pérez, el Parlamento dedicó una mención especial y recordó con orgullo y fervor patriótico la figura luminosa de quien, con pluma y coraje, desafió a la dictadura y escribió con su vida una página imborrable de la historia nacional.
La diputada recordó también a los compañeros Edwin Castro Rodríguez, Cornelio Silva y Ausberto Narváez, quienes estuvieron junto a Rigoberto en aquellos días de lucha y compromiso inquebrantable.
“Estamos rindiendo honor a un Héroe Nacional. La Asamblea Nacional le otorgó en 1981 el nombramiento de Héroe Nacional. Los compañeros Edwin Castro Rodríguez, Cornelio Silva y Ausberto Narváez, fueron los que estuvieron a la par de Rigoberto. Hoy nos convoca un hombre que late en nuestros corazones, es Rigoberto López Pérez, poeta, músico, soñador y combatiente revolucionario”, exclamó la legisladora.
Añadió que la Asamblea Nacional le rinde homenaje al hombre que con su acto patriótico y de valentía abrió una nueva página en la historia de nuestra bella Nicaragua.
“Rigoberto nació un 13 de mayo de 1929, desde joven sintió la pulsación de su pueblo oprimido, la necesidad de justicia, de libertad, fue un artista, pero también un patriota y comprendió pronto que la poesía y la guitarra no eran suficiente frente al peso de la opresión y que la libertad se conquista con decisión y coraje. El 21 de septiembre de 1956 se convirtió en una fecha imborrable. Ese día, Rigoberto, consciente del riesgo y dispuesto al sacrificio, ajustició al dictador Anastasio Somoza García en un acto de coraje extremo. Su acción no fue producto de la desesperación, sino de la convicción revolucionaria”.
La legisladora sostuvo que Rigoberto con un solo gesto derribó el mito de que el somocismo era invencible y encendió una llama que recorrió toda Nicaragua.
“Ese día no solo cayó un tirano, nació una conciencia colectiva de dignidad y rebeldía que guiaría la lucha del pueblo hacia el triunfo de la Revolución en 1979. Rigoberto no solo fue un hombre en acción, fue el puente entre la palabra y el acto, el sueño y la realidad y entre la poesía y la Revolución. Su pluma denunció y su música inspiró a su valentía, por ello, es un símbolo permanente para la juventud nicaragüense”, sostuvo Pérez.
En su mensaje, la Asamblea Nacional destacó la reciente entrega del Hospital Escuela Óscar Danilo Rosales Argüello, un acto dedicado a la memoria valiente y convicción revolucionaria del Héroe Nacional.