Lindsay Lohan deberá permanecer internada en el Betty Ford Center, de California, y cumplir con una rehabilitación para su adicción al consumo de Adderall.
La actriz estadounidense ingresó el 2 de mayo al conocido centro de rehabilitación para adicciones como parte de su sentencia de 90 días por conducción temeraria de vehículo, y pedir no responde a los cargos que se le formularon en marzo de este año. De hecho, accedió ingresar a rehabilitación, cumplir con una psicoterapia durante 18 meses y 30 días de servicios comunitarios.
Hasta el momento, los médicos del Betty Ford Center consideran que "es innecesario extenderle a la señorita Lindsay Lohan una prescripción para Adderall, un medicamento usado para el síndrome de hiperactividad y el control del déficit atencional."
Trascendió que Lohan ha expresado su necesidad de este medicamento, y estaría en búsqueda de otro centro de rehabilitación que le permita tener acceso a él; lo cual ya habría sido descartado por la Fiscalía de Los Angeles.