No se puede caer en la trampa de quienes politiqueramente plantean imposibles para que desde una exigencia temeraria sacrifiquemos el beneficio acumulado de todo un pueblo que desde la democracia que venimos perfeccionando.
El imperialismo cuenta con miles de armas de destrucción masiva y con el poder del dinero que le permite penetrar hasta los más finos resquicios de la inmoralidad de los inmorales.