Los Derechos Humanos son prerrogativas fundamentadas en la dignidad humana y la existencia real y efectiva de estos es una condición sine qua non para el desarrollo integral de la persona.
Esta es una estrofa de la preciosa canción Soberanía, que dicho sea de paso, es un recuerdo vigente para la embusa en Managua, que de vez en cuando y de cuando en vez.
El sueño americano es a lo mejor la frase de mercado más “dulce” jamás vendida para predicar sobre la prosperidad material del ser humano. Encierra su sola mención la búsqueda de la dignidad.
La COP-30 de Brasil, por fin llegó a su cierre pero envuelta en tensiones, evacuaciones, retrasos, borradores inexistentes y una sensación general de estancamiento.
Ahora los gobiernos occidentales ni se preocupan por esconder el esencial nihilismo de su quehacer político ante el declive de su poder político-militar y económico relativo al mundo mayoritario.
El obrero del volante que un día manejó buses por las avenidas de Caracas es hoy el hombre que sostiene el timón de un país cercado por uno de los mayores despliegues militares estadounidenses en el Caribe.