Las lluvias en el norte de Nicaragua han traído buenos resultados para los productores locales, que consideran estas condiciones climáticas como una bendición.
En la comunidad Tomatoya, Jinotega, las jornadas en el campo se realizan con siembras escalonadas, desde repollo, remolacha, zanahoria y granos básicos, para aprovechar los fértiles suelos de esta zona.
En la finca San Jerónimo, entre 7 y 12 trabajadores faenan en una hectárea de labor destinada a las hortalizas.
“Bendecidos estamos de parte de papá Dios. Estamos siempre bendecidos. Tenemos buen rendimiento, son tierras fértiles y sale calidad de producto aquí”, afirmó José Agustín Meza Sequeira, que trabaja el patrimonio familiar junto a uno de sus primos.
Meza ya cuenta con los compradores y todos sus cultivos tienen un destino comercial.
Con las precipitaciones recientes, asegura que pueden reducir costos como el riego, por lo que los resultados son positivos y les permiten hacer mejores proyecciones.
“Los planes que tenemos es seguir escalando. Tenemos ya 30 años trabajando y también tenemos granos básicos como maíz, frijol y tenemos varias parcelitas ahí”, expuso.
De acuerdo con Meza, de esta zona sale la mayor parte de cultivos de Jinotega y les permite abastecer el mercado, pero también satisfacen el consumo propio, además de mejorar la vida de las familias locales.
Miguel Sequeira, el otro de los socios, aseguró que este 2025 hay una excelente combinación de factores.
“Hay lluvias, ha estado lloviendo. El invierno entró con muy buen suceso para nosotros que sembramos remolacha, repollo, apio. Aquí la tierra es generosa y nos da todo lo que nosotros le sembremos para mantener la soberanía alimentaria de Nicaragua”, afirmó.
Destacó además que cuentan con cuadrillas que apoyan las tareas del campo de forma eficiente y bien remunerada.
“Y hay muy buena voluntad porque en el campo ya se paga mejor, el salario a los trabajadores del campo ha mejorado y nosotros, por mano de obra, no perecemos gracias a Dios”, dijo.
El trabajador Marco Antonio López confirmó la disposición que tienen de seguir trabajando la tierra.
“Ya estamos en el invierno y el trabajo en el campo incrementa. Y es importante porque el Señor ya nos mandó la bendición y ahora solo es poner la mano de obra”, comentó.
El trabajo desarrollado en esta zona, y en todo el país, cuenta con el respaldo de instituciones del Buen Gobierno sandinista, como el Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA), que innova constantemente técnicas de cultivo y genética de plantas para reducir costos y aumentar calidad y productividad de los cultivos.