Los partidos Popular (PP) y Socialista Obrero Español (PSOE), referentes del bipartidismo en España, tienen en conjunto apenas 36,6 por ciento de respaldo a un año de las elecciones generales, según encuesta difundida hoy.
El PSOE sería la fuerza más votada del país, con 20,7 del voto, por delante del gobernante PP, con solo 15,9 por ciento, según sondeo de la firma Metroscopia para el diario El País, que ubica en tercer lugar al partido Podemos, de reciente creación, con 14,3 por ciento del apoyo.
La caída del PP, que en 2011 obtuvo 31,6 por ciento de los votos en referencia con el censo, coincide con sus magros resultados en las elecciones al Parlamento Europeo el pasado mayo, cuando obtuvo sólo 11,22 por ciento sobre el censo.
Los investigadores atribuyen el desplome del PP al rechazo a su política económica y a la actuación en conflictos como el movimiento independentista en Cataluña e iniciativas impopulares, entre ellas un restrictivo anteproyecto de ley del aborto que finalmente fue retirado.
El 20,7 por ciento es atribuído al PSOE, similar al 20,3 por ciento logrado en 2011 y medio punto por encima de lo obtenido en las elecciones europeas de mayo pasado.
La izquierda española registra un avance importante por la aparición de Podemos, que se presentó en la escena política por primera vez en las elecciones europeas, y el crecimiento de Izquierda Unida del 4,9 por ciento en 2011 al 6,2 por ciento atribuido por el sondeo.
En opinión de los expertos de Metroscopia, Podemos se nutre sobre todo de electores que daban la espalda a las urnas y también de votantes del PSOE e IU y puede incrementar su peso dado el alto nivel movilizador de quienes lo apoyan.
Una posible coalición IU-Podemos obtendría 20,9 por ciento de los votos, proporción que colocaría a esas fuerzas como la opción más votada y pondría a la política española ante un inusual juego de alianzas, ausente en los últimos años.
Según El País, la encuesta muestra que el bipartidismo español está en coma y puede empeorar pues el sondeo se hizo antes de estallar un escándalo por el uso de tarjetas bancarias irregulares de Caja Madrid y Bankia, que afecta figuras del PP y el PSOE, sindicatos y otras agrupaciones.
Entre 1999 y 2012, según investigaciones preliminares, 86 exaltos cargos de esas entidades financieras gastaron 15,5 millones de euros mediantes tarjetas cuya emisión se investiga actualmente.













