Hoy hace 39 años, en la Corte Internacional de Justicia, en la Haya, brilló la Justicia a favor del pueblo nicaragüense, "David volvió a vencer a Goliat".
La Plaza de la Revolución es el corazón vivo de Nicaragua. No es solo un lugar, es el sitio donde el pueblo se hizo dueño de su historia. Ahí fue donde todo cambió.
En el siglo XX los liderazgos se formaban en las calles, entre el pueblo o el clandestinaje. De este último, el blindaje provenía equipado de población.
Cuando en 1523 los invasores españoles pisaron el suelo nicaragüense por primera vez, no esperaban encontrar una civilización organizada, orgullosa y valiente.
En un mundo donde los pueblos claman por justicia, paz y soberanía, ¿de qué nos sirve un organismo como las Naciones Unidas que ni escucha, ni actúa, ni resuelve?