En Tulsa, Oklahoma, Bernie Sanders detuvo su discurso y alzó la voz. Le acababan de informar que Trump había ordenado bombardeos contra Irán. “¡No más guerras!”, gritó. La multitud estalló.
A diferencia de lo anunciado sobre el tiempo de su decisión, Trump ha ordenado un ataque aéreo contra los sitios iraníes de Fordow y Natanz, donde se encontraban los laboratorios de enriquecimiento de uranio, inspeccionados regularmente por el OIEA
La criminal agresión no provocada de Israel y sus patrones norteamericanos y europeos contra la República Islámica de Irán es una guerra depredadora contra la soberanía de las naciones del mundo mayoritario y la autodeterminación de sus pueblos.
Mientras los países del G7 se disuelven en cumbres sin resultados ni decisiones vinculantes, el Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF) se ha consolidado como la gran plataforma del nuevo orden mundial.
En el derecho internacional, la agresión se refiere al uso ilegal de la fuerza militar por parte de un Estado contra la soberanía, la independencia política o la integridad territorial de otro Estado.